La L-Carnitina es una sustancia encargada de transportar ácidos grasos al interior de las mitocondrias para transformarlos en energía.

Se supone que administrándole al organismo L-Carnitina exógena se va a conseguir acelerar el proceso de oxidación (con la consiguiente destrucción) de los ácidos grasos, que son la sustancia que le da volumen a los adipocitos (las células de almacenamiento de grasa). Sin embargo, en la práctica esto no es así: el cuerpo produce toda la L-Carnitina que necesita y que puede usar, añadirle más por vía externa no ha demostrado diferencia alguna.

Con las mismas palabras con las que me lo explicaron a mí en su día: La L-Carnitina es como una pala que echa ácidos grasos al interior de la mitocondria. Si tienes dos manos puedes usar dos palas. De nada te vale tener cuatro palas si no tienes manos para usarlas.

La única situación en la que es útil tomar L-Carnitina es justamente... en los déficits de L-Carnitina. Si tu cuerpo produce menos de la que debe o no produce te beneficias claramente de tomarla. De lo contrario estás perdiendo el tiempo.

Ten en cuenta también que la L-Carnitina está presente en todo el organismo, no es una sustancia que actúe sólo sobre la grasa de un sitio concreto.

Las únicas sustancias que han demostrado tener utilidad en el deporte (no para quemar grasa, sino para mejorar el rendimiento) son el alcohol (aunque sus efectos en el sistema nervioso lo hacen poco útil en la práctica), la cafeína (considerada doping en algunos deportes), el bicarbonato, el B-OH-metilbutirato (que está en fase de pruebas), y la creatina (que sólo es útil en el ejercicio de tipo explosivo).

En cuanto a las alimentaciones "raras" y demás inventos... tomar con precaución, que con la comida y con el ejercicio todo el mundo se cree con autoridad de inventarse cualquier cosa y hacerla pasar por verdadera. En este ámbito las cuestiones de mitos, el boca a boca y el "es que lo ha dicho no sé quién" están a la orden del día.

¿Comer nueces? Si te gustan, genial. Pero dentro de una alimentación en la que comas de todo, y siempre teniendo en cuenta que las nueces tienen una buena cantidad de grasa, de aceites como tú misma has dicho.

En lo del azúcar llevan razón, es algo que realmente no aporta nada a la alimentación salvo calorías vacías, así que es algo de lo que puedes prescindir perfectamente.

Un saludo.

Pues entonces disfrútalos  Que nos tenías preocupados xD

¿En serio? Mil usuarios no es ni de lejos una muestra representativa de la población. Además el "estudio" se ha hecho sobre población estadounidense y no hay ninguna garantía de que sea extrapolable a otras poblaciones.

http://perarduaadastra.eu/2010/10/estudios-cientificos-como-detectar-una-chapuza/

Compártelos con el mundo, compañero, no pases por ello solo. Que los problemas, cuando se cuentan, parecen menos problemas.

Oh, vamos...  Yo te la agradezco.

Gracias, Dimitrix 

@$Edu$

No todo lo que se aprende se almacena en la memoria para siempre, ni mucho menos.
Antes de empezar a explicar nada quisiera decir un par de cosas. La primera es que no soy un experto en temas de memoria, y que lo que sé llega hasta los fundamentos básicos que nos enseñaron en la carrera; la segunda es que no se me da especialmente bien explicarle cosas a la gente, así que puede que acabe haciéndote un lío (tú pregunta lo que quieras, que si me lo sé te lo respondo); y la tercera es que hace años que me explicaron estas cosas y no he vuelto a repasarlas, así que no estoy libre de meter la pata  

Para poder explicar unas cuantas cosas básicas sobre la memoria primero hay que saber que no hay un solo tipo de memoria, sino varias.

La memoria a corto plazo dura poco tiempo y se cree que se forma mediante el establecimiento de circuitos neuronales temporales. Como su propio nombre indica se pierde al poco tiempo (creo recordar que se establecía el límite en torno a cinco minutos). Sirve, por ejemplo, para recordar cosas del quehacer cotidiano que no tienen una especial trascendencia. La capacidad de este tipo de memoria es limitada. Por eso cuando tenemos varias cosas en la cabeza de las que tenemos que acordarnos en poco tiempo se nos suele olvidar alguna.

La memoria a medio y largo plazo está mediada por estructuras bien conocidas del cerebro que se sitúan en el lóbulo temporal. Hay un caso documentado de un paciente que se sometió a una ablación (extirpación quirúrgica) de ambos lóbulos temporales para solucionar sus problemas de epilepsia que llamó la atención de su cirujana por ser incapaz de almacenar nueva información a raíz de la operación. Era capaz de acceder a sus recuerdos previos y de almacenar datos en su memoria a corto plazo pero era incapaz de recordar nada nuevo más allá de unos minutos.

La fuerza con la que se fijan estos recuerdos está condicionada por la situación en la que se encuentre el sujeto o el impacto que causen en él. Quiero decir, las vías de almacenamiento de la memoria están influidas por receptores que responden a sustancias secretadas en situaciones de placer, miedo y otros estados, haciendo que recordemos con mayor facilidad algo que nos gusta o nos llama la atención y que sea más difícil recordar algo en una situación de estrés, por ejemplo.

Dentro de este tipo de memoria hay otros subtipos diferenciados como la memoria semántica, que se engarga de almacenar el significado de los conceptos, o la memoria episódica, que nos permite recordar hechos que han ocurrido.

Errores en el almacenamiento de la memoria pueden dar lugar a fenómienos como el déja vú o el jamais vu, que no son sino fenómenos en los que por un error de codificación el cerebro toma como vividos (en el primer caso) unos recuerdos que no han ocurrido anteriormente y que pueden ser, por ejemplo, una idea almacenada con etiqueta de hecho, o el caso contrario en el segundo, en el que no se almacena un dato concreto que sí ha ocurrido realmente.

Hay que tener en cuenta que para que la memoria funcione correctamente no solo hay que ser capaz de almacenar información, sino también hay que poder recuperarla. Se pueden producir fallos de memoria cuando el cerebro es capaz de codificar la información que recibe y que procesa pero a la hora de acceder a ella no consigue evocarla.

La muerte neuronal, como has nombrado, es un fenómeno que en el individuo sano no tiene una especial relevancia. Incluso hace tiempo que se sabe que el cerebro adulto es capaz de regenerar neuronas en unas áreas muy concretas en un proceso denominado neurogénesis, y la disminución del tamaño y peso cerebrales con la edad (hasta un 8-9% en ancianos) se debe más a la pérdida de volumen de las neuronas que a una reducción en el número de éstas. Sin embargo tiene mucha importancia en enfermedades como el Alzheimer, en las que realmente hay una atrofia cerebral progresiva por muerte neuronal.

Un tipo de memoria muy peculiar es la memoria de la praxis, de los procedimientos. Es el tipo de memoria que se adquiere con la práctica y que es tan difícil de olvidar y tan fácil de recordar, como puede ser montar en bici. En este tipo de memoria se produce una modificación duradera de los circuitos neuronales cerebelosos, el órgano encargado del control del movimiento fino, haciendo que una vez adquirido el conocimiento del procedimiento se pueda evocar de manera automática y casi indestructible.

Hay otros tipos de alteraciones de la memoria propios de patologías psiquiátricas, como puede ser la confabulación en los síndromes de Korsakov, pero eso se aparta bastante del tema.

Como último dato curioso, para que la información pueda almacenarse en la memoria el sujeto debe estar consciente al menos durante treinta segundos. Durante la noche durante los ciclos de sueño se producen varios momentos de despertar en los que los sujetos recobran la conciencia (vuelven a estar despierto) para volver a dormirse casi en seguida. Si ese microdespertar dura menos de treinta segundos el sujeto es incapaz de recordar que lo ha tenido.

Si te interesan estos temas puedes consultar un libro, que es el que usábamos nosotros, que hace un repaso a la fisiología humana en general a un nivel bastante asequible para el público en general sin grandes conocimientos en la materia:

(Aún así los que han escrito el libro son fisiólogos y no médicos, y a veces se pasan de listos hablando de cosas de las que no tienen mucho manejo y se equivocan, pero no suele ser el caso. Salvo en unas cuantas cosas, en rasgos generales es una buena obra si te divierte leer sobre estos temas).

Para publicaciones más especializadas y para estudios te recomiendo visitar MedLine, aunque la mayor parte de los artículos están en inglés, y algunos son de pago.

Si he metido la pata en algo, que no me extrañaría, corregidme porque tengo los recuerdos (nunca mejor dicho  ) algo correosos.

Te adjunto unos cuantos links por si quieres echarles un ojo:
http://acordeon.eresmas.net/memoria/me.html
http://www.uninet.edu/union99/congress/confs/val/02Ladera.html

PD: Después de leer mi propio post... perdón por el tostón.

No me parece mal que se innove o que se desarrollen nuevas ideas, sobre todo si tienen una utilidad práctica como esta. Pero tener que llegar al punto de experimentar a diagnosticar depresiones según los datos del teléfono de un paciente no solo me parece un gesto de deshumanización sino, por qué no decirlo, también de mala praxis médica.

No es nada nuevo ni tampoco es algo muy difícil de imaginar que una enfermedad crónica, sobre todo si asocia dolor, es una causa de depresión. Sabiendo esto, y con las herramientas disponibles actualmente (las escalas de depresión) cualquier médico, ya sea de atención primaria o especialista, debería tenerlo presente y preocuparse en dedicarle dos minutos (porque realmente no se tarda más) a pasárselas a los pacientes de riesgo.

Pero claro, ni el médico tiene todo el tiempo que le gustaría tener para cada paciente, ni realmente está muy concienciado de la relevancia de la depresión en pacientes crónicos. Así que aunque el experimento me parece curioso creo sinceramente que hay formas más sencillas, más baratas y más humanas de saber si tu paciente está deprimido.

Tan sencillo como hacer una batería de preguntas que, como he dicho antes, no llevan más de dos minutos. Como por ejemplo:

Escala de depresión de Hamilton:
http://www.hipocampo.org/hamilton.asp

O para ancianos, escala de depresión geriátrica de Yesavage:
http://www.hipocampo.org/yesavage.asp

Quemarlos es la mejor solución.

Otra forma de deshacerse de los avisperos la descubrí con catorce años en una tarde aburrida: usando una pistola de aire comprimido de esas que tiran bolas de plástico amarillas. Las avispas no saben de dónde les vienen los tiros (chiste fácil  ) y se dedican a atacar a la bola. Estando a unos tres metros o más es seguro.

La redistribución de recursos alimentarios es una idea muy noble sobre el papel, pero llevada a la práctica tiene unos cuantos inconvenientes bastante importantes.

El primero de ellos es la logística necesaria para movilizar esas ingentes cantidades de comida. No es sencillo ni barato desarrollar infraestructuras para movilizar cientos de miles de toneladas de comida y distribuirlas para que lleguen a los lugares donde se necesitan.

El segundo de ellos es que los alimentos que tienen una producción mayor que su consumo son principalmente el café y la mantequilla (o al menos eso nos enseñaban hace años en Ciencias de la Tierra), no hay superávit de productos básicos de alimentación como el trigo, el maíz u otras fuentes de hidratos de carbono. Producimos suficiente, pero no para poder ser la fuente de suministro de decenas de países.

En tercer lugar, algo de lo que poca gente es consciente, si le regalas alimentos a otros países lo que estás haciendo es que esos países pierdan la capacidad de alimentarse por sí mismos. Lo que necesitan es desarrollar métodos para poder alimentarse a sí mismos, pero si en lugar de ayudarles con eso optas por el camino fácil (regalar alimentos) el efecto que se consigue es el contrario, y lo mismo ocurre con la ropa y otros productos. Dándoles productos gratis disponibles te cargas el comercio. Nadie paga por algo que tiene gratis, así que el que recoge la materia prima se va a la ruina, el que la procesa también pierde el trabajo, los que la distribuyen y la venden al no haber beneficio dejan de hacerlo. Y cuando el flujo de alimentos externos se corta el país se encuentra con que está peor que antes. Distribuir bienes (no solo alimentos) es una práctica saludable si se emplea correctamente, como la ayuda humanitaria tras una catástrofe, o si se pone a disposición de personas sin recursos que no pueden permitírselas, pero usarlas indiscriminadamente para alimentar a países enteros trae más mal que bien.

Como punto final me gustaría señalar que la sobrealimentación no es la principal causa de mortalidad en los países desarrollados. Es la principal causa de morbilidad, que no es lo mismo.