Este hacker del que os voy a hablar es único e inigualable, de hecho, no creo que exista nadie en el mundo que lo pueda superar. No se espanten si el post les parece un poco ¨fastidioso¨ o que tenga un estilo ¨troll¨ porque es prácticamente lo que este hacker hacía, fastidiar bastante.
Esto ocurrió en los años 1800s cuando un joven de solo 12 años tomaba un carretel de hilo e iba por las calles, buscaba a una persona que no estuviese tan apresurada y le decía que por favor le sostuviese la punta de este hilo hasta que el volviese. El muchacho se echaba andar y tras caminar largos metros, cogía parte del carretel de hilo que iba sosteniendo y le decía lo mismo a otra persona, así cada persona que tomaba el hilo quedaba conectada con la otra.
Obviamente el muchacho no iba a volver, la persona tenía dos opciones, la primera dejar el hilo y marcharse, la segunda era seguir el hilo hasta ver a dónde lo conducía, algo que muchos hicieron. Cuando todas las víctimas llegaban -obviamente- al mismo destino, se topaban con un cartel pintado con sangre que decía ¨Happy Hacking¨
Tengan buenas noches.