Pitones troceadas y vendidas en rodajas, carne de mono, de rata y de murciélago gigante, perros que aguardan en sus jaulas a que un comprador decida, ese día, darse un festín con ellos… Definitivamente, hay pocos estómagos que soporten darse una vuelta por el mercado de la localidad indonesia de Tomohon.

Estamos en el territorio de los Minahasa, una etnia que vive en el norte de la isla de Sulawesi. Su lema gastronómico podría resumirse en una idea: todo lo que corre o vuela debe terminar en la cazuela. Aunque la globalización está cambiando los hábitos alimentarios también en esta remota zona de Indonesia, parte de los Minahasa se resiste a renunciar a sus costumbres culinarias.

Por ello, cada día, decenas de clientes acuden al mercado atraídos por dudosos manjares como la carne de perro. Los vendedores muestran los ejemplares vivos en pequeñas jaulas de madera. Los compradores eligen el perro que les parece más apetitoso. Una vez dictada la sentencia de muerte, el perrero acaba a garrotazos con la vida del animal. A partir de ahí, el proceso es similar al de la muy ibérica matanza del cerdo. Se quema la piel del animal con fuego, se le vacía y finalmente se le trocea.

En los puestos contiguos, el panorama es igual de inquietante para nuestra mentalidad occidental. El largo cuerpo de una pitón sigue retorciéndose en un mostrador, minutos después de haber muerto. Los niños observan el 'espectáculo' divertidos, mientras sus padres se afanan en comprar una porción del ofidio.

Monos como los macacos negros, murciélagos y ratas también se ofertan al mejor postor. Su carne se vende con la misma normalidad que las piezas de ternera o de pollo.

Vendedores y compradores discuten pausadamente sobre el precio de cada ejemplar. Cuenta su tamaño, su edad y el tiempo que lleva muerto. Se negocia hasta la extenuación porque nadie parece tener prisa por marcharse del macabro mercado. Nadie salvo los pocos extranjeros que deciden visitarlo para buscar emociones fuertes y que suelen abandonarlo cabizbajos, tristes y con un nudo en el estómago que les costará días deshacer.

FUENTE :http://www.elmundo.es/elmundo/2012/10/26/internacional/1351249470.html

Bueno, son de otra cultura, y no hay gran diferencia con lo que hacemos aquí....

Entras en un restaurante, ves una magnifica pecera con langostas vivas correteando en su interior, tú eliges la que te apetece.....y te la cocinan.

La diferencia......ellos comen perro y nosotros langosta.


PD. En Mataró, Ciudad cercana a Barcelona habia un restaurante superfamoso, habia que reservar mesa, donde la especialidad era "Asado de gato".


Salu2.

A mí si que me parece diferente ( nunca he comido langosta, ni creo que lo haga ) pero sé que existen ese tipo de restaurantes y que algún marisco hay que comprarlo vivo ( no puedo soportarlo )

De todas formas, eso que comentas del " El gato asado " es rematadamente retorcido ..
como alguein puede entrar en un restaurante y decir "quiero esa gatita asada "



Es mi gata Kirby , y si alguien quisiera hacerle daño : SOBRE MI CADÁVER !!


No te parece maltrato, matar a un animal a garrotazos o golpes ???
Y respecto a que la fauna sea esa,  pueden dejar en paz a los monos ,perros y demás y comer productos de la tierra ....

La TORTURA de un ser sensible ( humano o animal) nunca puede ser símbolo de CULTURA sin embargo decimos que los HUMANOS somos evolucionados....... cuando leo este tipo de noticias , esa afirmación la pongo en cuarentena ........

Si que me lo parece, en tal caso estoy en desacuerdo. Pero si no hay tortura no, la gente necesita comer carne.

Tzhed tiene razón son animales y están ahí para saciar nuestro apetito =D

Constance una pregunta. comes carne? qué tipo?