La vigilancia de la NSA y los nuevos peligros para la privacidad impulsan el interés de la «web profunda». Un informe revela cómo existe un mercado destinado al software espía para instituciones y agencias gubernamentales
El «caso Snowden» se ha convertido en una constante fuga de informaciones que parece lejos de cerrarse. La pasada semana el «Washington Post» volvió a la carga al asegurar que, según los documentos filtrados por el extrabajador de la NSA, esta agencia de seguridad contaría con el permiso expreso de 193 países, incluido España, para monitorizar a ciudadanos de todo el mundo. Esa es la enésima entrega de un escándalo solo comparable a la macrofiltración de Wikileaks y que ha revuelto el debate de los límites de la seguridad y las libertades en internet.
Este presunto Gran Hermano articulado por Estados Unidos y sus socios del grupo «Five Eyes» -Canadá, Reino Unido, Australia y Nueva Zelanda- ha alimentado el interés por la cara oculta de la Red, bautizada como «Deep Web». Una serie de herramientas que tiene como fin proteger las comunicaciones en internet. La más conocida de todas ellas es la red «TOR» (The Onion Router), que no ha dejado de experimentar un constante crecimiento desde el pasado verano.
http://www.abc.es/tecnologia/20140707/rc-cara-oculta-internet-201407070054.html