El hecho de que Alma, la terrorífica niña que articula toda esta saga, esté embarazada debería dar lugar a un argumento tal que tuviéramos que jugar a este título de día y con la luz encendida por si acaso. Sin embargo, el guión es muy flojo, el terror inexistente y el modo para un jugador incompleto. Eso sí, el cooperativo se lleva la palma.
Lo mejor:
El modo cooperativo.
Que los dos personajes se complementen tan bien.
Lo peor:
Ha perdido todos los toques de terror.
El modo para un jugador es corto, sencillo y carente de argumento.
Si jugasteis a la segunda entrega de F.E.A.R., Project Origin, recordaréis que Point Man termina recluido en una cárcel de máxima seguridad en Armacham. Pues bien, justo en ese punto comienza F.3.A.R., donde se acabó eso de controlar solamente los buenos para poder encarnar también a Paxton Fettel, hermano de Point Man y malo malísimo en las entregas anteriores.
Ya desde los primeros compases de la historia uno se da cuenta de que el ingrediente principal del juego es la acción en su más amplio sentido. Estamos ante un shooter puro y duro, en el que avanzamos por caminos lineales bloqueados por cientos de enemigos que, además, cuentan con una IA bastante aceptable. Dicho esto, es conveniente aclarar que el juego se puede disfrutar de dos formas: en modo individual o en cooperativo. La primera de ellas, aunque divertida, resulta corta, sencilla y algo incompleta. La segunda, online o a pantalla partida, saca todo el partido de F.3.A.R. y hace que lo pasemos en grande.
Los dos personajes actúan de formas tan distintas que consiguen una compenetración perfecta: Point Man, con su fuerza bruta y un variadísimo arsenal, y Fettel, con su capacidad de poseer el cuerpo de los enemigos o de reventarlos con un simple movimiento de mano, forman una pareja letal y con un poderío ofensivo espectacular. Esto va en detrimento de la dificultad, ya que al avanzar con los dos personajes resulta muy, muy fácil acabar con cualquier obstáculo que se nos cruce por el camino, ya sean los soldados de las misiones iniciales o los monstruos y desquiciados que aparecen posteriormente.
Lo que no varía, independientemente de cómo juguemos, son los escenarios y el argumento. Ya sea en solitario o a dobles, recorreremos los mismos ambientes opresores, con pasillos lúgubres y casas agobiantes llenas de suciedad y rincones oscuros. Lo mismo sucede con el argumento, que dicho sea de paso, es uno de los grandes errores de este título ya que no sólo no supone una continuación en la saga, sino que desperdicia una trama tan interesante como el embarazo de Alma. De hecho, renuncia a cualquier atisbo de terror en favor absoluto de los disparos, y el miedo queda reducido a unos pocos sustos dispersos que protagonizan la propia niña y los efectos sonoros.
Tiros, logros y diversión
Pero aunque el gatillo fácil sea la norma en este juego, no todo se centra en disparar por disparar. Al comienzo de cada misión se nos plantea una serie de objetivos a modo de logro que, de conseguirlos, desbloquean varias mejoras como mayor duración del tiempo bala de Point Man o una recuperación de vida más rápida. Además, se esconden objetos y extras que también hemos de ir encontrando.
Y si aún no os habíais dado cuenta de que lo realmente interesante de este F.3.A.R. es su modo cooperativo, os lo confirmaremos al hablar de sus opciones online, que en lugar de recurrir a los típicos "captura la bandera", presenta cinco modos para cuatro jugadores en cooperativo/competitivo. Entre las posibilidades tenemos la opción de combatir oleadas de enemigos que aparecen con las contracciones de Alma; la modalidad "Fucking Run", en la que debemos alcanzar un determinado punto mientras eliminamos a todos los enemigos y evitamos que nos alcance una niebla que acaba con todo lo que toda; y el que sin duda es el mejor, "El rey de las almas", un modo en el que tenemos que ir poseyendo a los soldados enemigos para darle matarile a sus compañeros. Al final gana el que más calaveras coleccione.
Gráficamente el juego es notable, sin alcanzar las cotas a las que ya nos tiene acostumbrados la nueva generación. Sí es sobresaliente el sonido, con un ambiente muy logrado y un doblaje bien conseguido. Además, si contáis con un buen equipo de 5.1, la experiencia os dejará helados.
Y dicho todo esto, F.3.A.R. es un buen juego si se toma como shooter total y absoluto, con grandes dosis de acción, un completo arsenal y enemigos que, si bien no son muy variados, cuentan con una inteligencia artificial interesante. Sin embargo, si esperabais una continuación de la saga como es debido o un título que alterne los disparos con los momentos de survival horror, sentimos deciros que debéis seguir buscando.
Conclusión
El hecho de ser la tercera parte de una de las sagas más exitosas de los últimos años, unido a la promoción que Warner, su distribuidora, hizo al anunciar (bastante interesadamente) un título cargado de terror y con un argumento profundo, hacen que F.3.A.R. decepcione un poco al principio. Sin embargo, cuando te das cuenta de que el título no engaña y que ya desde sus primeros compases lo que prima es la acción en estado puro, uno se lo pasa muy bien. Y no digamos si aprovecháis a tope su modo multijugador y sus opciones online. Eso sí, el argumento, extremadamente flojo, y un nivel de dificultad muy bajo empañan el resultado final.
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FUENTE :http://www.libertaddigital.com/internet/2011-09-10/f3ar-un-juego-de-disparos-que-no-se-puede-disfrutar-en-soledad-1276434489/