Desde hace tiempo oímos que los coches eléctricos son el futuro. Su principal baza es la independencia del petróleo, un recurso natural que comienza a escasear y que será un verdadero problema dentro de unos años. No obstante, este tipo de coches tiene un inconveniente que debe ser subsanado por el bien de la mayoría de transeúntes: su bajo o casi nulo nivel de ruido.
Los coches eléctricos son muy silenciosos. El único sonido que nos ayuda a saber que uno de estos vehículos se acerca a nuestra posición es el de los neumáticos, el aire o algún que otro silbido de la electrónica interna. Obviamente, muchos conductores están encantados con estos coches pero esto genera sentimientos encontrados. Por ejemplo, las personas ciegas cruzan las calles basándose en el sonido de los vehículos, pero este caso podría ser aplicado a cualquier que pise la calle distraído. Mirándolo de una perspectiva peligrosa, los vehículos que no hacen ningún ruido pueden herirnos e incluso quitarnos la vida.
La Administración Nacional de Seguridad en Carreteras de Estados Unidos determinó hace poco tiempo que los peatones son más propensos a ser afectados por los coches eléctricos o híbridos y claro está, las compañías ya están buscando soluciones a este problema, como BMW. Una de las alternativas que se han barajado es la utilización de piedras dentro de los tapacubos ya que sonarían mientras las ruedas giran a bajas velocidades, mientras que a altas las piedras se quedarían “pegadas” en la circunferencia de la llanta, dejando todo en silencio. No obstante, las grandes marcas han preferido investigar otro tipo de soluciones. Porsche, por ejemplo, pensó en unos altavoces que simularan los sonidos de sus coches de gasolina, pero claro, si cada uno de los fabricantes opta por un sonido distinto, tendríamos prácticamente el mismo problema con los invidentes.
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Por esta razón se ha decidido crear una norma que regule el sonido de los coches eléctricos en las próximas generaciones. Los sonidos deben cumplir una serie de requisitos:
•Alertar: El sonido debe indicar la presencia de un coche eléctrico.
•Orientación: El sonido hará posible determinar dónde está el vehículo y a qué velocidad va, incluyendo la dirección de su movimiento (se acerca o se aleja).
•Sin molestia: Los sonidos se oirán constantemente y no deben ser molestos como lo son las sirenas de la policía o las ambulancias.
•Estandarización vs individualización: La normalización es necesaria para garantizar que los sonidos de los vehículos sean fácilmente interpretados. Si varían demasiado, se puede confundir al oyente, aunque esto tenga un impacto en la personalización del coche.
Como veis, aún queda tiempo para que los coches eléctricos estén bien regulados y podamos disfrutar de su relativo silencio sin peligro para nuestra integridad física.
Vía MIT
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