La propuesta sobre la creación de un marco global para la regularización de Internet, presentado en la ONU esta semana por la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, en nombre de su gobierno, ha sido acogida favorablemente por una serie de países que se unen a la bandera levantada por Brasil. La idea nació tras haberse descubierto que la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) de Estados Unidos había espiado a empresas brasileñas como Petrobras y hasta la correspondencia personal de Rousseff lo que llevó a la mandataria a renunciar a su viaje de Estado a Washington al no haber recibido del presidente Barack Obama las excusas y explicaciones exigidas.
Rousseff no descartó que la ausencia de las grandes petroleras mundiales, como las americanas y británicas a la subasta del campo Libra del presal, haya podido estar relacionada con dicho espionaje. “Nosotros no estamos pidiendo a la ONU que controle Internet”, dice Rousseff, porque según ella, su gobierno "no concuerda con esos tipos de control”. Lo que Brasil ha pedido, por boca de la mandataria, es que la ONU “preserve la seguridad de ciudadanos, empresas e instituciones, y no deje que la nueva guerra se dé dentro del ámbito cibernético”. Lo que exige Brasil es un “marco civil global del gobierno de internet”.
El encargado de recoger el consenso mundial a la propuesta brasileña ha sido el nuevo ministro de Asuntos Exteriores, Luiz Alberto Figueiredo, que ya se ha consultado con una serie de países y que, según ha afirmado, existe la convicción de que se está ante un “tema nuevo” que es necesario abordar a nivel mundial. Figueiredo, que se ha encontrado con el Secretario de Estado de EEUU, John Kerry, para examinar juntos la propuesta de Brasil, cuenta ya con el apoyo de los otros países del BRIC, como Rusia, China, India y África del Sur, así como de Alemania, Portugal, Turquía y Perú.
Los países del IBAS (India, Brasil y África del Sur) han divulgado un documento al respecto. A su vez, Alemania tiene también una iniciativa que Figueiredo califica de “muy interesante” sobre el derecho a la privacidad, en el Consejo de los Derechos Humanos. El ministro brasileño tiene previstos también encuentros con los gobiernos de Japón y Francia para analizar la propuesta. “Aunque con algunas variantes, la idea está siendo acogida con interés por los otros países”, asegura el ministro, según el cual todos los países con los que está conversando se “muestran preocupados por las acciones de espionaje a través de Internet”.
Según Figueiredo, la idea de crear un marco global de vigilancia de internet presentada por la mandataria brasileña Rousseff “está siendo recibida con aplauso". Han sido los representantes de varios países, los que le han confiado que cuando Rousseff abordó el tema en la ONU “reflejó el sentimiento y preocupación de muchos de nosotros”. Brasil está convencido que el tema de la reglamentación de internet es un algo nuevo que se abre a las relaciones internacionales y que implicará a la ONU los próximos años. Y Brasil quiere seguir enarbolando esa bandera.
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