La pequeña roca espacial golpeó el telescopio de 10.000 millones de dólares en algún momento a finales de mayo y dejó un efecto pequeño pero notable en los datos del telescopio, dijo la NASA en un comunicado, añadiendo que era el quinto y mayor golpe al telescopio desde su lanzamiento en diciembre.
“Después de las evaluaciones iniciales, el equipo encontró que el telescopio sigue funcionando a un nivel que supera todos los requisitos de la misión”, comunicó la NASA. “Se están realizando análisis y mediciones exhaustivas”.
Los ingenieros han comenzado un delicado reajuste del segmento del espejo impactado para ayudar a “cancelar una parte de la distorsión” causada por el micrometeorito, dijo la NASA.
El Webb se estacionó en una órbita solar a aproximadamente un millón de millas (1,6 millones de km) de la Tierra en enero y se espera que proporcione sus primeras imágenes a todo color del cosmos en julio.