Erik Johnson, habitante de Long Island, Estado de Nueva York, tenía un iPhone 5c que explotó de forma repentina e injustificada en el bolsillo de su pantalón, provocándole quemaduras en la zona superior de su pierna izquierda.
A consecuencia del incidente Erik tuvo que estar hospitalizado durante diez días, ya que sufrió quemaduras de tercer y segundo grado que necesitaron cuidados y tratamiento de cierta importancia, aunque por suerte nada realmente grave.
Por su parte el afectado ha asegurado que no utilizó cargadores no originales ni ningún elemento que pudiera afectar de alguna forma al correcto funcionamiento de su iPhone 5c, mientras que Apple se ha limitado a no hacer comentarios al respecto.
Imaginamos que los de Cupertino abrirán una investigación para averiguar las causas de la explosión de este terminal. Erik ya ha contratado los servicios de un abogado y planea llevar a Apple a los tribunales en busca, obviamente, de una suculenta indemnización.
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