Rusia busca venganza tras los actos de sabotaje contra los gasoductos Nord Stream 1 y 2. Es por ello que el Kremlin ha señalado que podría devolver el golpe cortando los ‘invisibles’ pero imprescindibles cables submarinos que garantizan las telecomunicaciones entre Estados Unidos y Europa.
Así lo manifestó el vicepresidente del Consejo de Seguridad, Dimitri Medvedev, el cual advirtió que, debido a la “complicidad” de los países occidentales en el ataque a los gasoductos, Moscú no tiene ninguna “restricción moral” para “destruir los cables de comunicación” de aquellos países que considera “enemigos”.
Amenaza directa sobre una infraestructura claveSin duda alguna, esto supone una amenaza directa sobre una infraestructura clave. En repetidas ocasiones, Rusia ha asegurado que Occidente está detrás de las explosiones que destruyeron el Nord Stream, en concreto Estados Unidos y Gran Bretaña, que niegan su participación.
“Hemos dicho repetidamente que lo que se hizo en Nord Stream sólo podría haber sido realizado por los servicios especiales de un Estado. Sólo un país o grupo de países puede estar detrás”, exhibió el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov.