En los últimos años estamos viendo que no faltan ganas para lanzar coches voladores, con una cantidad considerable de VTOL al menos presentados y con pequeñas pruebas de vuelo buscando que ese futuro de película de ciencia-ficción sea una realidad. Pero cuando al tecnología aún no puede cumplir nuestros sueños afortunadamente nos queda el arte, y el trabajo de Renaud Marion y Jacob Munkhammar nos deja ver un pasado futurista de lo más llamativo.