Seguramente la gran mayoría no le deis cuenta al hecho de que nos encontramos en el borde de una encrucijada en cuanto a las CPU y GPU se refiere. No hay mucho margen, no hay mucho tiempo y el que queda se agota. Se necesita un cambio en un componente tan básico como el concepto de informática en sí mismo: en el transistor. Intel tiene su visión del problema y una solución: así será Intel RibbonFET.
Para entender la solución primero tenemos que ser conscientes del problema, comprenderlo y saber cuáles son los límites que nos marcarán, así que en este caso vamos a empezar por ahí, por los problemas de los transistores actualmente. Un transistor es la unidad mínima eléctrica que puede ser fabricada para un componente electrónico, un elemento eléctrico como tal que está hecho de semiconductores y grabado por unos escáneres increíblemente avanzados mediante una longitud de onda en unos espejos.
Es básicamente un interruptor que es interconectado entre decenas de capas de silicio (por norma general) de un tamaño ínfimo y que tiene una función extremadamente clara: alterar el flujo de corriente que pasa por él, dando paso o cortándola. Cada corte o paso representa o bien un cero o bien un uno en binario y con el paso del tiempo lo que se ha logrado es perfeccionarlo permitiendo más velocidad en el cambio de estado, más o menos energía para dicho cambio y más o menos eficiencia al dejar pasar la corriente.