El próximo viernes saldrá a la venta Windows 8, el que se espera se convierta en el nuevo estándar de los sistemas operativos. Mucho se ha dicho de su nuevo sistema de arranque, de su capacidad para reflotar máquinas antiguas o de sus dos versiones según la arquitectura, pero entre el usuario sigue instalada la cuestión acerca de cuáles serán las diferencias con su Windows 7 actual. Estos no son, ni mucho menos, todos los cambios que incorpora la última versión, pero sí una selección de los más llamativos al nivel más básico.
Arranca el doble de rápido
Según han podido constatar publicaciones especializadas como PcMag, la nueva versión de Windows arranca un 55% más rápido que su antecesor. El banco de pruebas (gráfico superior), practicado sobre distintos tipos de máquina, deja a las claras que el tiempo de carga del sistema operativo se ha reducido en todos los escenarios posibles. Si además se dispone de un disco duro SSD, el inicio puede no demorarse más allá de los 10 segundos. El sistema de apagado, por su parte, ha cuadruplicado su velocidad con respecto al de Windows 7.
El fin del Escritorio
Es quizá la característica que más salta a la vista y, por ello, una de las más polémicas. La nueva interfaz, heredada de Windows Phone, está concebida para obtener el máximo rendimiento de las pantallas táctiles, por lo que puede resultar 'rara' a los más clásicos. Se podría decir que es como si los elementos antes ocultos en el menú de 'Inicio' estuviesen ahora dispersos por toda la pantalla. Todo más a la vista, sí. Y con una curva de aprendizaje mayor, también.
¿No existe la opción para ver el 'viejo' Escritorio? Existe, pero es necesario pasar por la nueva interfaz para activarla... todas y cada una de las veces que inicies sesión, ya que no se puede seleccionar por defecto. En principio, y a no ser que Microsoft ceda ante las peticiones de su comunidad, el Escritorio tal y como lo conocemos murió en Windows 7.
Pensado para llevar
Windows 8 es la primera versión concebida para los dispositivos táctiles desde el primer momento. Es, también, una apuesta ambiciosa por mantener un sistema único para dos métodos de control con grandes diferencias: la mano y el ratón. La universalidad tiene sus ventajas: gracias a la 'nube' y el servicio 'Windows to go', es muy sencillo trasladar la sesión del equipo de la oficina a la 'tablet' de casa sin apenas notar el cambio. Los gestos táctiles convivirán con los clásicos atajos de teclado para una misma función.
Multitarea más natural
La multitarea es uno de los apartados en los que más ha avanzado la compañía de Redmond. El sistema 'snap multitasking' está diseñado para dividir la pantalla entre aplicaciones y fomentar la interconexión entre ellas. Por ejemplo, un usuario puede mantener abierta una ventana de chat e ir 'echando' sobre ella cuantos archivos o datos desee compartir. También es posible arrancar una aplicación en formato miniatura -pero usable- superpuesta sobre otra, y alternar entre ellas con un solo 'clic'. Se trata de una función mucho más intuitiva para los menos avezados que el actual 'control+tab'.
La tienda
En el tiempo que ha transcurrido desde el lanzamiento de Windows 7 se ha popularizado la presencia de las tiendas de contenido en los distintos ecosistemas digitales, y Microsoft no ha dejado pasar la ocasión. Basada fuertemente en su homóloga en Apple, la Windows Store requiere una cuenta en Windows Live para acceder a su catálogo de 'apps' de pago. ¿Significa esto que no podremos ejecutar programas, con o sin copyright, que no hayamos descargado de la tienda oficial como sucede en otros sistemas? Lo sabremos la semana que viene.
FUENTE :http://www.elconfidencial.com/tecnologia/2012/10/20/las-cinco-grandes-diferencias-entre-windows-7-y-el-nuevo-windows-8-3436/