Ser rico y tener muchos amigos no es tan difícil. En este sentido, las redes sociales no han inventado nada. Es más, lo han llevado al extremo. ¿Quiere hacerse popular en la red de la noche a la mañana y contar sus seguidores por miles? Si tiene dinero no se esfuerce: cómprelos.
La reputación de empresas o incluso de internautas particulares se mide en Facebook o Twitter por el número de seguidores, y número que puede tener un valor en el mercado de la publicidad, por ejemplo, o en el laboral, a la hora de realizar una entrevista de trabajo.
Y por eso mismo hay empresas que venden seguidores. ¿A cuánto? Pues depende del número pero puede decirse que no muy caros: a unos 300 euros los 5.000, es decir a 0,6 euros la unidad. Se trata de un mercado competido dado lo fácil que es encontrar la oferta.
Basta teclear en Google "comprar Facebook fans" para que incluso en la publicidad de cabecera del buscador salte una oferta de 1.000 seguidores a 59 dólares. Pero se puede negociar porque, como en cualquier mercado, el precio del seguidor baja cuando la compra es en grandes cantidades: 10.000, 20.000, 30.000, 100.000...
En todas las redes
La australiana uSocial, la número uno del mundo, ofrece desde hace años paquetes de seguidores que actualmente llegan hasta 20 millones. Sus servicios se extienden a Twitter, Youtube, Tumblr...
"Tenemos una gran red de sitios web de juegos, compras y entretenimiento, donde se ofrecen contenidos gratuitos que incluyen videos, imágenes, juegos y cupones de compras", explica una de estas empresas, con el explícito nombre de comprarfacebookfans.com.
Según explica, a cambio del acceso a este contenido libre, los usuarios dan permiso para que sus perfiles se traten con fines comerciales. "Este proceso asegura que los fans han sido captados de manera voluntaria y totalmente real. Nuestro objetivo es proporcionar a la gente real, para el éxito de marketing de Facebook", afirma para subrayar la calidad de su producto.
Otra empresa de estrategias digitales, 101, duda de esto último. "No parecen personas reales, su identidad no está contrastada y las imágenes pueden haber sido captadas de cualquier forma", dice Carlos García Hoz, director creativo de la agencia.
Una prueba
Como comprobación, esta empresa compró 5.000 fans por 300 euros para una marca inventada. Al día siguiente, toda una muchedumbre abarrotaba la lista de seguidores de la marca ficticia. Unos eran alemanes, otros brasileños, los había de Marruecos y México, y también había alguno español...
Al margen del detalle de que la marca española no tenía presencia en Alemania pero más de la mitad de sus nuevos seguidores eran alemanes, también se daba el caso de que todos los seguidores de su lista internacional elegían el inglés para presentarse en sus perfiles.
Con el tiempo, en su comportamiento tampoco parecen usuarios muy normales. ¿Aparte de apuntarse en masa a quien pague dinero, dicen algo? "Absolutamente nada", afirma el comprador.
"Son zombis. No hay ni un solo comentario, lo que, con las nuevas estadísticas de Facebook que resaltan el número de personas hablando de un tema les deja en evidencia por su silencio", comenta. "En nuestro caso, de los 5.000 comprados solo hablan dos".
Fuente: http://www.elmundo.es/elmundo/2012/03/19/navegante/1332174792.html