Un antiguo empleado que trabajaba en en Google como mánager de producto ha demandado al gigante de Mountain View por fomentar el espionaje entre compañeros de trabajo, unas acusaciones bastante graves ya que vulnerarían las leyes de trabajo de California.
Según se puede ver en la demanda ese espionaje entre compañeros se encuentra “sumergido” entre las cláusulas de confidencialidad a las que están sometidos los propios trabajadores, lo que implica que no pueden hablar ni escribir sobre ello para evitar que lleguen a hacerse públicas, y habrían sido impulsadas y fomentadas por uno de los propios fundadores de la compañía.
Dicho de otra forma, la demanda dice que Google impone a sus empleados llevar a cabo prácticas dudosas que podrían ser contrarias a lo estipulado en las leyes de California, incluido el citado espionaje entre compañeros, y además les impone un deber de silencio para evitar posibles problemas legales que parece haber caído en la ilegalidad absoluta.
¿Y para qué quiere el gigante de Mountain View que sus trabajadores se espíen mutuamente? Pues muy sencillo, para reducir al mínimo la fuga de información y las filtraciones, conductas que llevan aparejadas un despido fulminante.
Habrá que ver cómo evoluciona la demanda, pero en caso de que Google sea encontrada culpable podría ser castigada con una sanción en forma de multa que tendría un tope máximo de 3.800 millones de dólares.
De esa cifra el 75% iría a parar a las arcas del Estado de California, y el otro 25% se distribuiría entre todos los empleados de Google, lo que supone que cada trabajador podría recibir unos 14.600 dólares.
Tras ver esta demanda y recordar otras que ha enfrentado o enfrenta actualmente Google por tema de impuestos y abuso de posición dominante es imposible no preguntarse dónde quedó aquello de “Don,t be Evil”.
http://www.muycomputer.com/2016/12/21/extrabajador-acusa-google-fomentar-espionaje-companeros/