Publicado el 1 de noviembre de 2012 por Jaime Domenech
China está construyendo el que promete ser el mayor supercomputador del mundo, que cuando esté terminado alcanzará la estratosférica velocidad de 100 petaflops.
Con esa cifra, logrará superar en cinco veces el superordenador Titán que están desarrollando en Estados Unidos y que se quedaría en los 20 petaflops.
Los chinos esperan que su máquina, que ha sido bautizada como Tianhe-2, esté lista definitivamente en 2015 y se ubique en el conocido como Guangzhou Supercomputing Centre.
Los expertos en el mundo de los supercomputadores son de la opinión de que la actual batalla en este campo permitirá que en 2018 se hayan desarrollado equipos que ofrezcan una potencia de 1.000 petaflops.
Pero esa guerra también vendrá acompañada de importantes batallas en la industria de los procesadores, ya que hasta ahora los superordenadores chinos confiaban solo en chips americanos y con Tianhe-2 está previsto que mezclen los chips chinos con los de empresas extranjeras.
El objetivo de China con esa estrategia es disminuir su dependencia tecnológica en el software y los procesadores de otros países.
vINQulos
TechEye