Este tipo de regulaciones nunca verá la luz, y si lo hacen durarán poco y no servirán de nada. Ya vemos cómo la mera propuesta despierta una feroz oposición, y no es para menos: las tecnologías de la información tienen un gran potencial emancipador, pero también permiten un control como nunca habíamos imaginado. Si los gobiernos empiezan a monitorizar a los ciudadanos, emprendemos un camino que nos puede llevar a la pérdida de nuestras libertades. Por otra parte, de ponerse en práctica no serían eficaces: en un usb o en la memoria de mi móvil puedo llevar decenas de miles de libros o canciones y compartirlas con quien quiera. Y luego está la posibilidad de cifrar los contenidos para que, aunque el gobierno monitorice, no pueda saber quién comparte qué con quién porque todo está "codificado". La remuneración de los autores, que considero vital, está garantizada con modelos freemium, de los que Netflix o Spotify son sólo ejemplos emergentes. La dicotomía autores/público es falsa e interesada, las nuevas tecnologías sólo perjudican a unos intermediarios acostumbrados a controlar el negocio (y parasitar a los creadores) desde hace décadas, todos los demás (autores incluidos) salimos ganando. Esta idea se va a abriendo camino (vean el discurso de Álex de la Iglesia en los Goya) y es la que nos permitirá ganar el futuro.

A nadie en este foro parece importarle =/
Les resulta más interesante comentar de que si Constance vá o viene que sobre estos temas ...

Si esto llega a aprobarse, se van a ver obligados a que les importe =/