buenas,
Seguís cayendo en el mismo error una y otra vez.
Ni los independentistas, ni los llamados chalecos amarillos, ni los negativistas democráticos, ni los anti-sistemas se enteran de como va la cosa.
Para empezar
las fronteras no existen, son un mero concepto humano que sirve para limitar territorios entre nosotros. Solo decir que dentro de cien años todos calvos. Lo cierto es que el mundo es global y en la actualidad más que nunca. Todo afecta a todo, un ejemplo es el llamado 'efecto invernadero', donde la acción global sobre el medio ambiente de la actividad humana al final nos repercute a todos globalmente en todos los sentidos. Sin embargo siempre hay algún país que se desentiende de esto y se niega a aplicar medidas para revertir el efecto o al menos intentar minimizarlo.
Del mismo modo ocurre con la economía y con todo en general. Un ejemplo claro son las llamadas crisis, que al final cada país se lleva lo suyo, que luego para la gente la culpa es de sus gobiernos que no hicieron bien las cosas. Claro, algunos países salen antes o más tarde debido a que primero no todos los países tienen la misma población, políticas, sistemas, recursos, climas, etc. Así que un país salga antes de una crisis dependerá de esto y de las circunstancias así también de sus situación geográfica, situación de los vecinos, aliados, y las acciones propias de su población en general. Así no solo depende de su gobierno o sistema, sino también de su propia población, de su entorno, países colindantes, y lo dicho anteriormente. Porque el mundo es global
Otro ejemplo es la llamada inmigración y también refugiados. Cuando hay una guerra, conflictos bélicos, la gente huye de ella y se traslada a otras partes. Cuando hay hambre, violencia, pobreza, la gente se traslada a otros países en busca de una vida mejor. Así si al vecino le va mal lo más probable es que su gente trate de ir al país colindante. Ya pueden construir muros como hace los EEUU. Las fronteras no existen.
Las culturas, las lenguas, las razas se mezclan. En el mundo ya somos más de 7000000000 de seres humanos y esta cifra sigue aumentando. Unos de los efectos producto de esta superpoblación es la
pérdida de indentidad. Los seres humanos desde siempre hemos creado grupos, cada grupo se crea identidad y cada componente de dichos grupos se identifica con uno de ellos; lengua, ropa, cultura, ect. Así como los valores de lo que está bien de lo que está mal. Un ejemplo son los choques entre culturas árabe y occidental, donde en la actualidad se debate sobre si las mujeres deben llevar velo o no.
De esta superpoblación surgen grupos que sienten una pérdida de identidad. Un ejemplo serían los
independentistas catalanes que pese a que se han auto-promocionado como un movimiento político, lo cierto es que su verdadera esencia yace en su pérdida de identidad. De ahí su ya conocido odio a lo "español". Por poner un ejemplo, una noticia reciente en la que a Serrat un espectador le reclamaba a gritos que cantara en catalán.
https://www.lavanguardia.com/cultura/20181222/453697332716/serrat-interrumpe-concierto-para-contestar-espectador-exigia-cantar-en-catalan.htmlEs un comportamiento característico, irracional y lógico en los que los seres humanos nos revelamos contra esa pérdida de identidad, la "invasión" de otro grupo de su cultura o signos de identidad. De hecho se han hecho analogías en las que se iguala el autoritarismo franquista donde se buscaba la predominancia de la identidad "española" con el movimiento catalanista de Puigdemont
ya que en ambos casos se busca la predominancia de una identidad cultural.
Es ciertamente un comportamiento natural, pues a nadie nos gusta que otra cultura se imponga a la nuestra, a mi forma de vivir. Aunque
no es lo mismo que se imponga a que se "contamine" una cultura con la influencia de otra. Cuando digo "cultura" me refiero a todo en general, religión, costumbres, lengua, moda, etc.
Esto que está sucediendo ahora, la pérdida de identidad y ya he puesto un ejemplo muy claro y cercano como el 'independentismo catalán', es debido a que hasta hace poco las sociedades, las culturas eran más o menos herméticas. Sin embargo en apenas unos 60 años este hermetismo se ha roto, acelerándose en estas dos últimas décadas despertando la alarma en aquellos románticos que desean conservar su identidad para si mismos, su prole y generaciones futuras.
La economía también es globalizada. Los países compiten unos contra otros, el movimiento de dinero, riqueza es permanente, la explotación minera, la lucha por los recursos provocan guerras bélicas, guerras comerciales y crisis.
Tras la cumbre de líderes del G20 que se desarrolló en Buenos Aires en la que se llegó una tregua en la guerra comercial entre Estados Unidos y China que afecta a los mercados internacionales, un informe de la BBC desentraña las consecuencias del pleito y expone qué países son los principales afectados por la política de aranceles a las exportaciones, que van desde las aceitunas españolas hasta el acero canadiense.
Lo inmediato cuando empieza a surgir el fantasma de la pobreza, es machacar al gobierno de turno, a buscar cambio, ¿Una república? ¿Un sistema autoritario?¿anarquía?¿comunismo?, no importa qué, nada se puede hacer contra un movimiento económica global, contra una superpoblación mundial que reclama agua, comida, bienestar, salud, un hogar, una vida mejor para ellos y sus hijos.
Como contra respuesta en mi opinión lo mejor es ser positivistas, trabajar en equipo en busca de un bien común, desagruparse en pequeños grupos, revelarse contra todo con violencia, desentenderse de la identidad global política y social, es un error. Hay que trabajar por un bien común aceptando y siendo plenamente conscientes de lo comentado anteriormente, que el mundo es global en todos los sentidos. No estamos aislados en nuestro territorio que hemos marcado como nuestro, lo cierto es que todos vivimos aquí: