Erdogan tacha a Occidente de "islamófobo" y pide sanciones internacionales contra Holanda
En medio de la crisis diplomática desatada entre Holanda y Turquía, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, advirtió hoy que Holanda "pagará" por no haber permitido que sus ministros celebrasen un mitin en Rotterdam a favor de la reforma presidencialista que se votará en referéndum en abril. Según la agencia de noticias turca Anadolu, Erdogan llamó a "todas las organizaciones internacionales a decretar sanciones contra Holanda". Desde la ciudad de Kocaeli, en el oeste de Turquía, el mandatario turco aseguró que Holanda no se había comportado como un Estado de derecho sino como una "república bananera".
Erdogan calificó de "indecente" el comportamiento de las autoridades holandesas. "No quedará sin respuesta", aseguró. Occidente es "islamófobo" y ha mostrado su verdadera cara, agregó.
El presidente agradeció además al Gobierno francés el haber permitido comparecer en la ciudad de Metz al ministro de Exteriores turco, Mevlüt Cavusoglu, quien ha participado en una conferencia organizada por la Unión de Demócratas Turcos Europeos de Lorraine (UETD) en el centro de congresos local. La visita tiene lugar en plena crisis entre Turquía y Holanda, después de que éste último país prohibiera la llegada de Çavusoglu "por aire" para participar en un mitin sobre el referéndum constitucional que se celebra el próximo 16 de marzo.
A su llegada al evento, Çavusoglu ha asegurado a los medios que "una disculpa por parte de Holanda no bastará". También ha añadido que Holanda es la "capital del fascismo".
La respuesta por parte del primer ministro holandés, Mark Rutte, no se ha hecho esperar. Ha descartado claramente una disculpa por parte de su Gobierno: "Se trata de una demanda totalmente loca e imposible", ha zanjado. Aún así, no pierde la esperanza de que la tensión en torno a la crisis diplomática vaya bajando.
Varios políticos franceses de derechas criticaron a las autoridades por permitir la celebración del acto electoral, alegando que Francia debería haberlo evitado, siguiendo el ejemplo de Alemania y Holanda.
"¿Por qué deberíamos tolerar conversaciones en nuestro territorio que otras democracias rechazan? No a una campaña electoral turca en Francia", escribió en Twitter la líder del partido ultraderechista Frente Nacional, Marine Le Pen.
Sin embargo, el ministro de Exteriores galo, Jean Marc Ayrault, pidió tranquilidad y dijo que no había motivos para prohibir el mitin en Metz.
El evento se desarrolla con un gran control policial aunque tan sólo unas 1.000 personas han acudido a la cita que, ha criticado ya el candidato conservador François Fillon. "François Hollande rompe de manera flagrante la solidaridad europea cuando es evidente que una postura común tendría que haber prevalecido para controlar las peticiones turcas", ha dicho.
Parece que en su línea se sitúa el Gobierno danés cuyo primer ministro, Lars Lokke Rasmussen ha propuesta ya a su homólogo turco Binali Yildirim posponer la visita oficial prevista este mes. "En circunstancias normales, sería un placer acoger al primer ministro [...] pero teniendo en cuenta los actuales ataques de retórica contra Holanda, no podemos separarlos de este nuevo encuentro", ha explicado Rasmussen en un comunicado.
Por su parte, Ayrault ha lanzado una llamada a la calma y ha pedido a Turquía que "evite los excesos y las provocaciones". El ministro defiende que el mitin se haya mantenido pues "no presenta posibilidad de injerencia en la vida política francesa". También los Ecologistas se han mostrado contrariados con la decisión del Ejecutivo "cómplice implícito de la deriva absolutista" que vive Turquía. "Francia y la Unión Europea deberían apoyar los movimientos progresistas y denunciar la deriva autoritaria del régimen", dicen denunciando que Erdogan haya lanzado la campaña fuera de sus fronteras.
En Francia viven unos 700.000 turcos, de los cuales 160.000 en la región en la que se celebra la reunión de Çavusoglu. Del total, 70.000 personas podrían votar en el referéndum de este jueves si bien tan sólo el 60% de ellos suele hacer uso de su voto.
"Libertad de reunión"
"El prefecto del departamento de Moselle, Alain Carton, ha justificado la decisión en base al "principio de libertad de reunión". Así, las autoridades entienden que este derecho sólo podría ser frenado si fuera "un peligro para la República". En este caso, el ministro es un invitado de una asociación local y no se un acto de campaña por el referéndum.
"Nuestra misión es asegurar que no haya amenazas para el orden público. Y no las hay", ha defendido Carton. También el Ministro de Exteriores francés, Jean-Marc Ayrault estaba al tanto de dicha reunión y "la ha aceptado".
Erdogan ha agradecido a Francia la acogida de su ministro al tiempo que insiste en que Holanda, país al que ha acusado de "nazis", pagará las consecuencias. El presidente turco también ha pedido a las organizaciones internacionales que se sancione a Holanda por su actuación, que califica de "república bananera".
Una serie de actos de campaña han sido programados por Ankara, que busca el voto de los emigrantes turcos para la reforma constitucional que reforzaría sus poderes al frente del país. En este contexto, Çavusoglu debía participar este pasado sábado en en un mitin en Rotterdam pero le fue prohibido el aterrizaje. Además, otras reuniones han sido anuladas en Alemania y Suiza organizadas también por distintas asociaciones de la UETD a instancias del AKP, el partido de Erdogan.
Las relaciones entre Francia y Turquía han sido frías durante un largo período por el reconocimiento del genocidio armenio por el que buscaban incluso una penalización y la fuerte oposición de Nicolas Sarkozy al proceso de negociación entre Turquía y la UE. Sin embargo, a partir de 2013 el gobierno socialista inició una política de acercamiento entre ambos países que sigue tomando forma. "Ni una crítica sobre los alarmantes atentados contra los derechos humanos que transforman Turquía en una dictadura", lamenta en su último libro la ex corresponsal de 'Le Figaro' en Estambul, Laure Marchand, que investiga los asesinatos de tres miembros del PKK en París en 2013. Las pruebas de las primeras investigaciones judiciales señalaban un asesinato político dirigido por los servicios secretos turcos. El Gobierno ha preferido incluso no responder a preguntas en el Parlamento sobre el resultado de las investigaciones y la responsabilidad de Turquía en los hechos.
En 2014, Hollande acudió a Turquía, la primera visita de Estado de un presidente francés en 22 años, acompañado por siete ministros y una cuarentena de empresarios, interesados especialmente por iniciar proyectos ferroviarios en el país o la ya producida venta por parte de la compañía francesa Airbus de 117 aviones a Turkish Airlines y otros 75 a la compañía de bajo coste Pegasus.
Mandacojones que cerdogan llame islamófobo a un país como Holanda cuando este hombre es la sombra de Hitler aparte del país mas traidor de Oriente medio que ataca por la espalda cuando menos te lo espere y haciendo espaviento que se levanten los turcos en Europa alentando a que ?