Como ya alertaron las autoridades ucranianas, las consultas populares convocadas en los territorios ucranianos ocupados (Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia) para su incorporación a Rusia llevan camino de convertirse en un auténtico fraude, no ya por la forma antidemocrática y absolutamente ilegal con la que se han organizado, sino también por la forma en la que se están llevando a cabo las votaciones y, presumiblemente, el escrutinio, a partir del martes cuando termine este extraño proceso que ha sido calificado de «farsa» y «show» por Kiev.

Yuri Sobolevski, designado por las autoridades de Ucrania vicepresidente de Jersón, declaró el sábado a través de su cuenta de Telegram que «hay 'comisiones electorales' que llevan como acompañantes a militares armados recorriendo la región a la caza de votantes». Según sus palabras, «la gente intenta por todos los medios evitarlos, pero algunos han tenido mala suerte dos veces. Han tenido que rellenar su papeleta y votar por segunda vez».

Putin decidió también el sábado destituir al viceministro de Defensa, al general Dmitri Bulgákov, encargado de la logística de las Fuerzas Armadas. La orden no aclara el motivo del cese, pero, según la opinión de expertos en las redes sociales, tendría que ver con los serios problemas a la hora de garantizar los suministros de munición y pertrechos a las fuerzas que combaten en Ucrania, lo que posibilitó el éxito de la reciente contraofensiva ucraniana en la región de Járkov. Bulgákov será sustituido por el general Mijaíl Mizíntsev, tildado por Kiev como 'el carnicero de Mariúpol', ya que dirigió la ofensiva para la toma de esta ciudad portuaria en el mar de Azov, en la que pocos edificios han quedado en pie y, según el Gobierno ucraniano, perecieron decenas de miles de civiles.

La BBC cita el caso de una mujer intimidada por el hecho de que los miembros de la mesa de votación acudieron a su domicilio en Zaporiyia llevando consigo varios soldados rusos armados. No quiso revelar su identidad y aseguró que la situación es «espeluznante, terrible», ya que, a punta de kaláshnikov, se cercioraron de que echaba su voto a la urna y hasta vigilaron antes cómo rellenaba la papeleta, si marcaba el sí o el no a la pregunta sobre la anexión de Zaporiyia por parte de Rusia.

Castigo a los organizadores

El alcalde de Melitópol, ciudad de la región de Zaporiyia, Iván Fédorov, advirtió el sábado de la responsabilidad penal en la que incurren quienes ayuden a Rusia a organizar lo que calificó de «pseudoreferendos». Según aseguró a través de su canal de Telegram, «58 jefes de comisiones electorales involucrados en el pseudoreferéndum se verán pronto despojados de sus propiedades (...) se confiscarán sus casas, apartamentos dachas, terrenos, automóviles y sus cuentas bancarias serán bloqueadas».

Añadió que se pueden enfrentar a penas de hasta diez años de prisión. Fédorov dijo que reciben información de los ciudadanos de Melitópol y «tenemos también datos sobre todos los traidores en otras áreas». Las votaciones en Zaporiyia, así como también en los otros tres territorios ocupados por el Ejército ruso, comenzaron el viernes y durarán cinco días. Una vez celebrados, según fuentes consultadas por la agencia TASS, será presentado al Parlamento ruso, el próximo día 29, un anteproyecto para la anexión a Rusia de las cuatro regiones ucranianas.






La estrategia de Rusia es clara y las intenciones igual me las anexionó haciendo un referéndum falso, luego si me atacan es como si atacan territorio Ruso con eso tiene la excusa perfecta para lanzar un ataque nuclear o bien con armas tácticas como se hablado en los medios de comunicación o bien se le va la pinza y ataca a gran escala tampoco tiene sentido atacar Ucrania con armas nucleares si se supone que ellos dicen que Ucrania no existe y ese territorio según ellos le pertenece a Rusia sería absurdo contaminar un territorio de radioactividad nuclear durante siglos en un sitio donde se supone que vivirían ellos.

Moscú, 29 sep (EFE).- El exministro bielorruso de Cultura y dirigente opositor exiliado en Polonia, Pável Latushko, cree que el presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, ha prometido al Kremlin enviar 100.000 soldados a Ucrania y que, por tanto, se está preparando para una guerra a gran escala.

"Nuestras fuentes informan que Lukashenko accedió a desplegar 120.000 soldados rusos entre noviembre y febrero" de 2023 en territorio bielorruso, señaló en un mensaje en la red social Twitter.

Latushko añadió que, además, el mandatario bielorruso, uno de los aliados más estrechos del presidente ruso, Vladímir Putin, prometió al Kremlin "suministrar 100.000 soldados adicionales" de Bielorrusia.

"Lukashenko se está preparando para una guerra a gran escala. Occidente tiene que darle un ultimátum que no puede rechazar", escribió el opositor bielorruso.

El jefe de Estado de Bielorrusia se reunió el pasado lunes en el balneario ruso de Sochi con Putin en un encuentro no anunciado.

Lukashenko comentó con Putin la movilización parcial de reservistas en Rusia y restó importancia al hecho de que jóvenes huyan al extranjero para eludir el llamado a filas.

"Rusia tiene recursos para movilizar a 25 millones, pues que huyan 30.000 o 50.000 (...). Que huyan, ya regresarán. Solo hay que decidir qué hacer con ellos", dijo.

Añadió que él no se preocupó cuando en 2020 miles del bielorrusos abandonaron el país después de las presidenciales, denunciadas como fraudulentas por la oposición y la comunidad internacional.

El pasado día 23 el mandatario bielorruso descartó una movilización en el país, siguiendo los pasos de Rusia, y aseguró de nuevo que Minsk no tiene intención de "participar en guerras".

"Combatiremos solo cuando haya que defender nuestro hogar y nuestra tierra", aseguró.

Bielorrusia es uno de los aliados más estrechos de Rusia en la campaña militar en Ucrania, ya que le prestó su territorio en febrero pasado para que las tropas rusas pudieran entrar en el país vecino por el norte y aún ofrece ayuda logística al Ejército, según el Estado Mayor General de Kiev. EFE

Viernes 30 de septiembre, 12:00 (GMT) (1 h 0 min)
El presidente ruso Vladimir Putin y altos funcionarios de los territorios controlados por Rusia en Ucrania firman acuerdos en una ceremonia para iniciar el proceso de absorción de partes de Ucrania en Rusia, desafiando el derecho internacional.


Nadie va a parar esto en Rusia solo el pueblo ruso puede parar esto pero hay mucho miedo por lo que veo, si no lo hacen ahora no se cuando lo van hacer.

Ucrania da otro golpe político al Kremlin recuperando Limán

Según cálculos de varios expertos militares, Rusia ha perdido en dos días el nueve por ciento del suelo anexionado de forma unilateral

"La bandera ucraniana ya ondea en Limán", declaró Volodímir Zelenski el sábado por la noche. Un día después, drones suicidas de Rusia atacaron la ciudad natal del presidente de Ucrania. El país no ha dejado de castigar a las fuerzas rusas desde la declaración de anexión de cuatro regiones. Con la toma de Limán, Kiev no solo complica el movimiento de tropas enemigas a lo largo de sus territorios ocupados; también deja claro al Kremlin que rechaza su política de hechos consumados.

Según cálculos de varios expertos militares, Rusia ha perdido en sólo dos días el nueve por ciento del suelo anexionado el viernes pasado. Pero los rusos lo ven de otra forma. En un comunicado con ecos del "gesto de buena voluntad" afirmado tras su último gran repliegue forzoso, una fuente del Ministerio de Defensa ruso citado por la agencia Interfax dijo que "debido a la amenaza de quedar rodeadas, las tropas [rusas] aliadas se habían retirado del asentamiento de Limán a posiciones defensivas más favorables".

En otras palabras: Kiev dio otro golpe a las aspiraciones rusas en una zona del óblast de Donetsk limítrofe con Luhansk, la otra provincia que Rusia reclama para sí. En los vídeos que se publicaron tras la noticia pudo verse a soldados ucranianos tirando al suelo las banderas rusas presentes. Aquello era más que un gesto simbólico. Limán era un importante punto de paso para los convoyes militares que viajaban a los territorios ocupados del sur de Ucrania. Al perderla, sus desplazamientos se ralentizan.

En su informe diario sobre la situación en Ucrania, el Ministerio de Defensa del Reino Unido describió la toma de Limán como "un retroceso político significativo", teniendo en cuenta que la localidad se encuentra "en una región que Rusia supuestamente pretendía 'liberar' y ha intentado anexionar ilegalmente". Por su parte, el secretario de Defensa de EEUU, Lloyd Austin, definió la acción como "absolutamente...significante".

La moral es alta entre los soldados ucranianos. Lo contrario ocurre en las filas rusas, que tratan de reponerse con inyecciones de personal fruto de la movilización parcial declarada hace dos semanas. No hay buenas caras en Rusia. Furioso, Ramzan Kadírov, el líder checheno que susurra a Vladimir Putin, denunció a través de un comunicado que los altos escalafones militares rusos habían "encubierto" a un general "incompetente", al que proponía enviar al frente "para lavar su vergüenza con sangre".

Para quien tenga dudas.






Estados Unidos observa con atención los últimos movimientos realizados por el Kremlin, así como la dialéctica empleada por el presidente ruso, Vladimir Putin, sobre un hipotético uso de armas nucleares. En la comunidad internacional, existe la duda de qué haría el país norteamericano en el caso de que Rusia activara el botón nuclear. Ha sido el exdirector de la CIA, David Petraeus, el que ha desvelado la respuesta estadounidense a este extremo.

Según Petraeus, en caso de que Rusia haga uso del armamento nuclear, Estados Unidos actuaría, acabando con todo el ejército de Moscú en Ucrania. “Eliminaríamos todas las tropas rusas que podamos identificar en el campo de batalla, no sólo en Ucrania, sino también en Crimea y en el Mar Negro, destruyendo hasta el último barco”, ha afirmado el exdirector de la CIA en una entrevista a ABC News.

Por otro lado, ha sido preguntado por las probabilidades de que Rusia acabe ganando la guerra. “No hay nada que Putin pueda hacer en este momento”, ha respondido. En este sentido, ha apuntado que la situación adversa que sufre en el campo de batalla es “irreversible”, asegurando que el Kremlin está “desesperado” y que las armas nucleares no cambiarán nada.


Advertencia del jefe actual de la CIA

Sobre las armas nucleares también se ha pronunciado el actual jefe de la inteligencia estadounidense, William Burns, quien dijo que es “muy difícil decir” si Putin está “vacilando” al respecto. El máximo responsable de la CIA calificó su retórica como “imprudente y profundamente irresponsable”, así como la empleada por otros altos cargos políticos de Rusia. Ante esta situación, Burns ha hecho un llamamiento a través de una entrevista concedida para el canal de televisión norteamericano ‘CBS’ con el objetivo de “tomar muy en serio cualquier tipo de amenaza”.

Pese a ello, desde los servicios de inteligencia norteamericanos niegan ver “evidencias prácticas de que Putin se acerque a un uso real” de las armas nucleares que Rusia dispone. De forma paralela, la OTAN respondió a las amenazas de Putin sobre la posibilidad de un ataque nuclear, después del despliegue por parte de Moscú del submarino nuclear ‘K-329 Bélgorod’.

“Cualquier ataque deliberado contra infraestructuras críticas de la OTAN tendrá una respuesta firme y unida. Por otro lado, cualquier acción nuclear tendrá graves consecuencias”, dijo el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg. Por otro lado, añadió que la Alianza Atlántica se encuentra “decidida a defender y proteger a todos los aliados de la OTAN, y a cada centímetro de territorio aliado”.

Además del mencionado submarino nuclear, Rusia también puso en marcha el denominado convoy de la muerte, según se revela en una serie de imágenes que muestran un convoy transportando vehículos y equipos militares desde Rusia a la línea del frente en Ucrania. “Es una señal para Occidente”, declaró al diario británico ‘The Sun’ el analista de defensa Konrad Muzyka.