Cuando hablamos de WiFi pasivo estamos haciendo referencia a un proyecto muy interesante que busca acabar con uno de los principales problemas que presenta la conectividad WiFi estándar, el alto consumo de batería cuando se utiliza en dispositivos con baterías recargables, como smartphones o tablets, por ejemplo.
Dicho proyecto está siendo desarrollado por investigadores de la Universidad de Washington y a su vez está respaldada por Qualcomm, un gigante del sector tecnológico que está aportando fondos para que el mismo pueda salir adelante, y parece que de momento va por buen camino.
Decimos esto porque en las primeras pruebas el WiFi pasivo ha alcanzado velocidades de hasta 11 Mbps y ha registrado consumos medios de 15 a 60 microvatios, es decir, 10.000 veces menos del consumo normal de una conexión WiFi estándar.
También consume 1.000 veces menos que el Bluetooth LE y sin embargo tiene un alcance máximo de casi 31 metros, cifras que como vemos son muy prometedoras, aunque los expertos están buscando formas de mejorar el alcance y sobre todo la velocidad.
¿Y cómo es posible una reducción tan drástica? La clave están en la separación de las señales digitales y analógicas, quedando estas últimas que son las que más consumen asignadas a un único dispositivo que está conectado a la red eléctrica.
Ese dispositivo genera una señal WiFi utilizando una matriz de sensores que podemos considerar como paquetes de conexión emitidos únicamente en digital, que es lo que llega a los dispositivos no conectados (smartphones, tablets, étc) y ayuda a reducir enormemente el consumo.
En teoría no habría problemas de soporte con la mayoría de los dispositivos actuales, así que es posible que si esta tecnología se desarrolla lo suficiente acabemos viéndola a medio o largo plazo.
http://www.muycomputer.com/2016/12/13/wifi-pasivo-consume-10-000-veces-menos/