Seguro que todos estamos familiarizados con el concepto de dominio en Internet. Básicamente, se trata de una palabra seguida de una extensión que puede ser desde las habituales .com o .net a otras regionales, como el .es. Sin embargo, esos dominios pueden tener subdominios especiales que añaden una palabra y un punto antes del dominio principal. Estos permiten acceder a una parte concreta de la web directamente. El problema es que muchas veces se crean y terminan cayendo en el olvido. Eso es lo que están aprovechando ahora los ciberdelincuentes para utilizar hasta 240 subdominios olvidados de grandes empresas y organizaciones para colar malware o similares.