Utilizamos el PC a diario y, dependiendo del usuario, casi continuamente. En un día corriente es normal que abramos, copiemos, descarguemos, sobrescribamos y borremos muchos archivos. Si a eso añadimos lo que nuestro Windows y los programas que tenemos instalados hacen por su cuenta, el lío a final de mes puede ser monumental y los problemas no tardan en llegar en una de sus formas más odiadas: la lentitud y problemas con nuestro registro de Windows.
Cuando la velocidad de nuestra computadora desciende, es recomendable utilizar las herramientas propias del Windows 10 y que nos han acompañado desde el ya lejano Windows 95: el liberador de espacio en disco y el desfragmentador y optimizador de disco.