Un estudio de la Universidad de Stanford ofrece un ranking de los sitios que divulgan más datos de los usuarios
El tracking es la piedra de toque del marketing 2.0. No es ningún secreto. Por eso, las últimas versiones de los navegadores incorporan una opción 'do not track' (no rastrees), que permite a los usuarios tener más control sobre los datos que emiten, aún sin saberlo, y preservar su intimidad. Un concepto, por otra parte, cada vez más relativo, que últimamente da lugar a la coletilla: “Si no quieres que se sepa, no lo publiques”.
Aun así, Jonathan Mayer, estudiante de doctorado del Computer Security Lab de la Universidad de Stanford, considera que los usuarios tienen derecho a saber qué es lo que algunos servicios dicen de ellos a otras empresas. Por eso, ha elaborado un ranking de los sitios que más datos divulgan.
Del informe, titulado 'Tracking the Trackers', se desprende que el 61% de las webs norteamericanas más visitadas mandan datos a otras empresas y el 45% a hasta cuatro dominios diferentes. Rottentomatoes.com, que envía datos a 83 dominios, y Cafemom.com, que se relaciona con otras 59 empresas, se llevan la palma.
Entre los datos sensibles que, según dice Mayer, se distribuyen, figura no sólo el nombre de usuario sino también el sexo, la edad, el código postal, el estado civil y, en algunos casos, como el del portal de contactos OKCupid.com, “la frecuencia de uso de drogas”. Éste es, de hecho, el dato que ha levantado más ampollas. Hace unos días, BlueKai y Lotame, dos de las compañías que reciben datos de los sitios mencionados, negaban manejar información personal y aseguraban en el Wall Street Journal que sólo utilizan datos demográficos para hacer estudios de mercado. Comscore y Google Analytics reiteraban que ni analizan ni divulgan datos sensibles.
Sin embargo, Mayer señala que su investigación muestra que no se respeta la política de privacidad que muchos sitios exhiben a pie de página. El doctorando concluye que “el tracking no es anónimo” y que sería mejor apostar por la sinceridad e informar a los consumidores de que “la divulgación de la identidad a terceros forma parte de la vida en la web”. La famosa frase que rezaba “en Internet, nadie sabe si eres un perro” deja de tener sentido en la web 2.0.
FUENTE :http://www.lavanguardia.com/tecnologia/20111014/54230387632/tracking-the-trackers-saben-que-eres-tu.html