A veces uno preferiría no tener que escribir ciertas noticias por la parte de dolor y sufrimiento que suponen, pero al menos en ocasiones como la que hoy nos ocupa al final surge la esperanza y renace la sonrisa. Es lo que sucede con Daniel Omar, un niño de 14 años que perdió ambos brazos a consecuencia de la explosión de una bomba en Sudán y que hoy se convierte en ejemplo de lo que puede conseguir la impresión 3D, método empleado para crear sus dos brazos artificiales.
La historia de Daniel Omar apareció hace dos años en la revista Time y su trágica situación llamó la atención de Mick Ebeling, de Not Impossible Labs, literalmente “Laboratorios Nada es Imposible”. Se dirigió a Sudán y visitó a Daniel, estudiando su situación.
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