Los navegadores web actuales se han convertido en programas de extrema importancia para la mayoría de los usuarios. Estos nos sirven para acceder a la inmensidad de Internet gracias a todas las funciones que ponen a nuestra disposición. Entre estas soluciones podemos encontrar Google Chrome, Mozilla Firefox, Edge de Microsoft, etc.
Estas son aplicaciones que además con el paso de los años no han parado de crecer y evolucionar, como muchos de vosotros ya habréis comprobado. Esto se logra a base de las habituales actualizaciones que nos llegan casi de forma continuada. Pues bien, a pesar de todo ello, parece que nunca tenemos suficiente. Os decimos esto porque pese a los esfuerzos de los desarrolladores de estos programas, los usuarios casi siempre demandamos más.