Al menos, esto es lo que ha descubierto Pankaj Gupta, CEO de Amtel, una compañía de gestión de dispositivos móviles, en compañías con un gran número de teléfonos móviles. El término "teléfono zombi" ha sido acuñado por Amtel para describir a un dispositivo móvil que está presumiblemente muerto, pero que todavía sigue facturado por su operador de móviles cada mes.
“Cuando analizamos las redes de móviles de las compañías, encontramos que tienen un cierto número de móviles que piensan que están desconectados, pero cuyas líneas siguen activas” dice Gupta.
Si usted es una compañía con 500 a 50.000 teléfonos móviles, dice Amtel, es casi seguro que tiene un cierto número de teléfonos zombis.
Durante una auditoría de dispositivos móviles en una gran compañía multinacional de biotecnología, Amtel descubrió que 2% de los teléfonos móviles eran teléfonos zombis que costaban a la compañía 70.000 dólares al año. Así que vale la pena iniciar una campaña de caza de estos teléfonos zombis.
¿Cómo hacen los teléfonos zombis para infectar una compañía? Se deslizan por las grietas, gracias a las ineficiencias de los operadores de móviles y la falta de seguimiento del cliente.
En el mundo del BYOD (Bring Your Own Device), por ejemplo, se pide a los empleados a menudo que tengan la responsabilidad y el pago de un teléfono corporativo. Este es un proceso tedioso que requiera muchas idas y venidas de llamadas con el operador.
“Estimamos una media de 20 a 25 minutos por usuario para convertir una línea de corporativa a responsabilidad individual, y eso que somo buenos en esto” afirmó Brandon Hampton de Mobi Wireless Management.
Amtel descubrió que la transferencia de responsabilidad no ocurre en un 10% de los casos, posiblemente debido a errores administrativos, o algo más vil. “A los operadores le gustan los teléfonos zombis, ya que es una fuente de ingresos para ellos” dice Gupta. “Pero para las compañías es un gran desperdicio de recursos”.
Como el empleado tiene ya el teléfono, el operador continúa enviando la factura a la compañía, y la compañía sigue pagando la cuenta. Incluso peor, la compañía puede pagar un estipendio BYOD que automáticamente aparece en la nómina del empleado, para evitar los costes del proceso de notas de gastos. En este caso, la compañía está pagando doble por un teléfono.
Otra forma en que los zombis entran en una compañía es por el método de “enterrado vivo” dice Amtel. Cuando un empleado deja la compañía o compra un teléfono BYOD y devuelve el teléfono corporativo, la compañía avisa al operador que termine la línea corporativa. El teléfono terminado se queda entonces olvidado en algún cajón.
De nuevo, 10 por ciento de las veces el teléfono no se termina y continúa consumiendo recursos.
Lo que necesitan las compañías son “cazadores de zombis”, en la forma de software de monitorización y gestión de teléfonos móviles, para perseguir estos teléfonos zombis y matarlos.
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