Publicado el 18 de octubre de 2014 por Antonio Rentero
Muy similar al TouchID que Apple usa en sus dispositivos móviles, la conocida tarjeta de crédito MasterCard podría comenzar a incluir este tipo de sensores biométricos en breve si se desarrollan adecuadamente los prototipos en los que ya está trabajando. Ya podemos olvidarnos del PIN de la tarjeta, especialmente de la confianza que nos proporcionan cuatro simples números, nuestro dedo será nuestra contraseña.
Cuando el año pasado Apple presentó su iPhone 5S popularizó un tipo de sensores que de manera residual ya llevaban años apareciendo ocasionalmente en dispositivo electrónicos (incluso desde el remoto tiempo de las PDA) para proporcionar la insuperable medida de seguridad de poder detectar la huella dactilar del usuario y así permitir el acceso únicamente a quien estuviese autorizado, evitando intromisiones de quien pudiera haber conseguido la contraseña, algo que a partir de este lunes, como te hemos informado aquí en The Inquirer, comenzará a potenciar a través de la puesta en marcha de su pasarela de pago Apple Pay.
Pero mientras este tipo de seguridad por ahora queda restringida a los usuarios de los dispositivos Apple (u otros como el Samsung Galaxy S5 que también incorporan sensores similares) ya hay firmas que cuentan con una base muy amplia de clientes a quienes puede interesar contar este tipo de métodos sin tener que optar por unos determinados modelos de teléfono móvil.
Por ello MasterCard ha establecido un acuerdo con Zwipe para desarrollar la primera tarjeta de crédito que incluya un sensor de huella dactilar. Esta tarjeta de crédito, además de contar con la tradicional banda magnética por si hay necesidad de pagar en algún establecimiento que no cuente con lectores más actualizados, incluye también el cada vez más habitual microchip junto a un sistema de pago sin contacto a través de la tecnología NFC. La presencia de este lector de huella dactilar significa que únicamente podrá ser utilizada por el titular autorizado que al colocar su dedo sobre el sensor confirme el pago.
La primera generación de este tipo de tarjetas, empleada de forma experimental en Noruega, presentaba un aspecto bastante más aparatoso que una tarjeta de crédito convencional al incluir una batería, pero ya se está trabajando en una segunda generación que no difiere de las tarjetas de crédito habituales y que podría estar disponible tan pronto como el próximo año. Se ha conseguido aligerar el tamaño mediante el sencillo procedimiento de eliminar la batería y hacer que la tarjeta obtenga la alimentación eléctrica a través del propio lector en el momento de hacer el pago.
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http://www.theinquirer.es/2014/10/18/los-sensores-de-huella-dactilar-llegan-las-tarjetas-de-credito.html