Publicado el 10 de septiembre de 2013 por Antonio Rentero
Tras haber anunciado el actual CEO de la empresa que abandonaría su puesto antes de que transcurriese un año los juegos de poder soterrados dentro de Microsoft comienzan a poner en valor su fuerza y ya han dado comienzo las tomas de posición. En el caso de algunos de los mayores inversores de la empresa uno de los candidatos por los que muestran simpatía es el actual director general de la empresa automovilística Ford.
Alan Mulally, actual CEO de Ford y Mike Lawrie, homólogo en Computer Science Corp. son los dos primeros nombres que están comenzando a sonar como posibles sustitutos de Steve Ballmer a la cabeza de Microsoft.
Un comité especial formado por los que toman las decisiones dentro de Microsoft comenzó la búsqueda del nuevo director general apenas se hizo público el anuncio por parte de aballmer, y de hecho ya cuentan con un listado de 40 nombres de posibles sustitutos, incluyendo nombres de dentro y de fuera de la empresa en un proceso de selección que por fuerza debe ser minucioso y discreto al tratarse de la mayor empresa del mundo en programación de software.
A pesar de que en los últimos tiempos han perdido fuelle en algunos sectores lo cierto es que Microsoft continúa siendo una empresa más que rentable y podría comenzar a detener su escaso peso en algunos mercados si realmente funciona su política para potenciar la presencia en dispositivos móviles, un movimiento que habría recibido un impulso decisivo tras la recient adquisición del fabricante finlandés de telefonía móviles Nokia, con quien mantenía un acuerdo que ha dado como fruto la gama Lumia de smartphones con SO Windows.
De hecho la Bolsa reaccionó favorablemente al anuncio de Ballmer de su retirada, conjuntamente con el comunicado que indicaba que Microsoft iba a potenciar su presencia en el sector de la telefonía móvil, elevando hasta en un 7 % la cotización de sus títulos.
Uno de los principales accionistas individuales de Microsoft continúa siendo Bill Gates, que a pesar de que desde que se retiró voluntariamente ha centrado su actividad en la filantropía, continúa teniendo un importante poder de decisión al poseer un 4,8 % de las acciones y disponer de derecho de veto en la elección del nuevo CEO.
Mulally y Lawrie cuentan con la simpatía de los grandes accionistas de Microsoft por su exitoso historial al frente de sus actuales cargos. Aunque el primero ha expresado su compromiso de mantenerse en Ford lo cierto es que su acuerdo con la empresa expira a finales de 2014 por lo que no sería tan complicado llegar a un acuerdo satisfactorio para todas las partes implicadas. Además eso le permitiría volver a Seattle, ciudad que fue su hogar (y donde aún tiene una casa) durante las cuatro décadas que pasó trabajando para la compañía aeronáutica Boeing.
Por su parte Lawrie pasó tres décadas en IBM antes de llegar a su actual puesto y también trabajó en 2005 para una empresa que en la actualidad posee un importante paquete accionarias en Microsoft y que le estaría prestando apoyo para hacerse con el puestos que actualmente ocupa Ballmer.
vINQulo
Reuters
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