La Agencia de Seguridad Nacional estadounidense (NSA por sus siglas en inglés) ha recomendado formalmente a la Casa Blanca el cese del programa de vigilancia telefónica masivo, con el que desde hace años recogen información sobre millones de llamadas telefónicas y mensajes de texto a lo largo y ancho de Estados Unidos. La razón no es otra que, según publican en The Wall Street Journal, los problemas técnicos y de cumplimiento con los que tiene que bregar la agencia para llevarlo a cabo.
Como pretendida línea de defensa frente a actos terroristas, el programa se lanzó poco después de los atentados del 11 de septiembre de 2001, recolectando desde entonces cientos de millones de registros telefónicos. Tocaron techo el año pasado, tras triplicar la cuota habitual con más de 500 millones de registros. Sin embargo, la propia NSA habría dejado de utilizar el sistema en los últimos seis meses y ahora pide al Gobierno que lo desmantele.
Los problemas a los que se enfrenta la entidad son obvios, a pesar de los recursos de que dispone: la cantidad de información a procesar es tal, que los perjuicios superan a los beneficios. En concreto, son las cargas logísticas y legales las que lastran el operativo, cuyos resultados no merecerían el esfuerzo invertido, de acuerdo a la información publicada.
Este programa específico para Estados Unidos es parte del malogrado PRISM, el escándalo de espionaje global que la agencia estatal inició a principios de siglo y que ha ido mutando y adaptándose a las nuevas tecnologías desde entonces. En 2013 y gracias a las revelaciones del exanalista de la NSA Edward Snowden pudimos conocer su alcance, y aunque han habido cambios a este respecto en la legislación estadounidense, nada parece indicar que vayan dar marcha atrás.
De hecho, la decisión de qué hacer corresponde ahora a la Administración Trump y por lo que ha trascendido, son varios los senadores republicanos que se han manifestado contrarios a la opinión de la agencia. La respuesta anticipada la ha dado Richard Burr, presidente republicano del Comité de Inteligencia del Senado: «Si tenemos problemas técnicos o desafíos que la NSA debe tener en cuenta, está bien … No es algo que podamos dejar de lado fácilmente«.
Sea como fuere, tanto este programa como PRISM al completo supusieron un importante acicate para ir descubriendo, poco a poco, que es imposible utilizar Internet normalmente sin que la empresa o gobierno de turno te espíe. Son los tiempos que nos ha tocado vivir.
https://www.muycomputer.com/2019/04/26/nsa-quiere-abandonar-programa-vigilancia-telefonica-masivo/