Nadie duda de que dos euros es un buen precio para comprar un ebook. Ni siquiera merece la pena piratear por dos euros, ¿no les parece? Pues bien, si se vende un libro por dos euros, con el nuevo IVA del 21 por ciento que impone el Gobierno (sí, ya sé que también a otros sectores, pero este blog es de ebooks), el importe de la venta sin impuestos es de 1,652 euros. Si esa cantidad le restamos los gastos de cobro (44 céntimos si se trata de PayPal) o, casi lo mismo, un 30 por ciento si se vende en una plataforma o librería electrónica, el resultado es que el ingreso neto para el editor es de 1,21 euros en el mejor de los casos.
Si no consideramos los gastos de promoción, alojamiento, diseño de la web, edición y maquetación del ebook, etcétera, al sufrido autor o editor le queda un 60 por ciento de lo que paga el lector, que no está mal cuando se venden miles, pero como resulta que el ebook no acaba de despegar en España (este verano lo estamos recordando todos por tierra, mar y aire), se vende poco y el negocio no resulta tan pingüe como para poner cachondo (mercantilmente hablando) a ningún editor de los que ganaban dinero vendiendo libros de papel.
Sin embargo, hay alguien que se lo lleva crudo y sin despeinarse. Las plataformas que más venden (Amazon y Apple) operan para estas cosas del IVA desde Luxemburgo, el único país de Europa que tiene un IVA superreducido para el libro electrónico del 3 por ciento (que supone unos ingresos de un 18 por ciento más que si la empresa tributa en España). Por cierto, algo tendrá Luxemburgo que hace que PayPal, la pasarela de pagos en Internet más popular, también tenga su dirección fiscal europea en ese pequeño país que tan bien acoge a las grandes compañías.
Leo en una nota de agencias que hace unos días la Comisión Europea lanzó “un procedimiento de infracción contra Francia y Luxemburgo por aplicar el IVA reducido a los libros electrónicos (el 7% y el 3%, respectivamente), alegando que los dos países vulneran la normativa comunitaria, que sólo permite estas rebajas para los libros tradicionales”. La información continuaba así: “Los tipos superreducidos han transferido más del 90% del negocio de la UE a Luxemburgo, con un monopolio para Amazon", ha dicho el portavoz de Asuntos Económicos, Olivier Bailly. "En todo el resto de países se han perdido empleos", ha agregado”.
Así que mientras en España, como en todos los países de Europa, se pide que se aplique el mismo IVA superreducido (4 por ciento) a los libros electrónicos que a los de papel, la Comisión Europea abre un expediente a los países con IVA superreducido para que no se beneficien empresas como Amazon. ¿En los despachos de la Comisión alguien ha pensado en los lectores? Está muy bien que les pongan dificultades a las multinacionales, pero deberían preocuparse también de la gente que lee, en digital o en papel, y terminar con esta mentecatez de aplicar un tipo de IVA a los libros de papel distinto del que se carga (nunca mejor dicho) a los electrónicos.
Cuando el sabio señala la luna da la impresión de que los políticos y los funcionarios comunitarios miran el dedo. Lo paradójico es que la vicepresidenta de la Comisión y responsable de Telecomunicaciones, Neelie Kroe, ha cuestionado en Twitter si “aplicar tipos diferentes de IVA a los libros electrónicos y a los tradicionales tiene sentido en el siglo XXI”. Como escribía la señora Kroe en The Guardian, mientras el ebook está en auge en todo el mundo, Europa se dispara en el pie.
FUENTE :http://blogs.elpais.com/sin-tinta/2012/07/iva-del-ebook-un-disparo-en-el-pie.html