Así era el primer ordenador de España

Lo primero que nos llama la atención lógicamente es su tamaño y posible peso. Este era 150 veces mayor que el de un ordenador actual y su peso rondaba los 900 KG, por lo que podríamos llenar una habitación con ellos y aún no seríamos capaces de lograr las mismas dimensiones.

El modelo era un IBM 650, un ordenador que prácticamente se hacía a mano en su totalidad, hasta el cableado. Y lo más sorprendente es que pese a todo lo que conllevaba, su capacidad era de tan solo 1 KB. Y es que, un disco de la época actual equivaldrá a mil millones de veces aquel.

Y, ¿a qué no sabéis cuánto valía? Pues ni más ni menos que lo mismo que 350 coches de la época (Seat 600), por lo que Renfe, la primera empresa que se hizo con uno, tenía que tener claro que le iba a sacar rentabilidad, ya que, como puedes comprobar, no era algo que se pudiera permitir todo el mundo. A día de hoy, contando la inflación, podríamos hablar de que su precio se acercaría a los 2 millones de euros.

Para utilizarlo tampoco servía cualquier persona, puesto que nadie en ese momento tenía experiencia ni conocimientos para tratar con algo así. No venía con un manual como a día de hoy una televisión.

En este momento, el ordenador forma parte del Museo Nacional de Ciencia y Tecnología (Muncyt), donde se puede apreciar aquella máquina, que parecía más bien la cabina de un tren que una simple computadora.

Y, aunque las funciones de la época no eran tareas muy complicadas, fue uno de los responsables de la gestión de las líneas ferroviarias y del gran avance que se pudo realizar gracias a equipos como este.