El municipio sueco de Salem, próximo a Estocolmo, ha prohibido a sus funcionarios seguir utilizando las aplicaciones de Google, entre ellas Gmail y Google Drive. Según esta directiva, la actual política de privacidad del buscador le otorga demasiado margen de maniobra en el manejo de los datos personales que obtiene, y así es imposible asegurarse de que la información privada esté debidamente protegida.
Esta decisión, que podría extenderse a otros municipios, es un paso más en el tira y afloja que las autoridades europeas y Google llevan meses protagonizando respecto a su política de privacidad. Los últimos cambios que hizo la compañía en esta área, en marzo de 2012, no gustaron a la Unión Europea, que le envió una serie de recomendaciones para cumplir con las directivas de protección de datos y de privacidad y comunicaciones electrónicas.
Unas recomendaciones a las que Google no ha respondido hasta el momento. Por este motivo, en abril de este año, la AEPD (Agencia Española de Protección de Datos), junto con los organismos equivalentes de Alemania, Francia, Reino Unido, Holanda e Italia, iniciaron una investigación en relación a esa nueva política de datos. Querían aclarar, entre otras cosas, qué grado de información y control da Google a los usuarios sobre sus datos personales y las operaciones que realiza con ellos, durante cuánto tiempo almacena esos datos, y qué opciones da a los usuarios para oponerse al manejo de su información.
Un solo campo de fútbol, distintos reglamentos
El problema de base, explica José Carlos Moratilla, abogado experto en protección de datos y seguridad de la información y responsable del área de seguridad de Áudea, “es que internet es una especie de campo de fútbol gigante con reglas diferentes en cada parte del campo”. Por un lado, la Unión Europea establece unas normas que todas las empresas que operen en su territorio deben cumplir. Por otra, Google se siente en su derecho de fijar sus propias normas, dentro de lo que permite la ley americana.
¿Podría cundir el ejemplo de lo ocurrido en Suecia? No está del todo claro. Para empezar, porque Suecia no va a provocarle un daño relevante a Google. “Es probable que otros países se sumen a la iniciativa de las autoridades en Suecia, pero mientras esta prohibición no se traslade al sector privado, no creo que resulte efectiva”.
En el caso de España, Moratilla explica que las administraciones no destacan por su cumplimiento de la normativa de protección de datos, entre otras cosas porque las multas con las que se presiona a las empresas privadas no tienen su equivalente en el sector público.
http://www.elconfidencial.com/tecnologia/2013/06/17/puede-extenderse-por-europa-el-ejemplo-sueco-de-veto-a-google-5096/