Investigadores de la Escuela de Altos Estudios Comerciales de Montreal concluyen que la privación a secas favorece la sensación de estrés entre empleados
El smartphone ha transformado la vida de millones de personas, y la esfera laboral no ha sido la excepción. Se subraya su apoyo para estar en constante comunicación con los colegas, sus ventajas para tener acceso a un sinfín de información al instante, su ayuda para el trabajo colaborativo gracias a distintas aplicaciones y su capacidad de realizar múltiples tareas sin tener que recurrir a otros instrumentos; todo esto, además, desde cualquier sitio. Sin embargo, este dispositivo también es fuente de preocupación. Los expertos hablan de phubbing para referirse a la desatención hacia otras personas y al propio entorno por concentrarse sobremanera en esta tecnología. De igual modo, emplean el término nomofobia para definir el miedo desencadenado por no poder revisar la pantalla del aparato.
Cada vez más empleadores se muestran inquietos por los efectos negativos del smartphone. Una disposición puesta en marcha en diversas compañías es prohibir su uso durante las reuniones laborales. Un grupo de investigadores canadienses se interesó por esta medida y, de acuerdo a las conclusiones de su estudio publicado en Computers in Human Behavior, la interdicción a secas no produce los mejores resultados. “No todas las personas reaccionan igual. Algunos individuos pueden sufrir estrés frente a la incertidumbre, cuando sienten que no tienen control alguno de la situación”, señala a EL PAÍS Pierre-Majorique Léger, uno de los profesores de la Escuela de Altos Estudios Comerciales de Montreal que realizaron el estudio.
LEER MAS: https://elpais.com/tecnologia/2019/04/05/actualidad/1554461186_362199.html