Aunque la tormenta generada por Meltdown y Spectre parece haberse ido lejos, todavía quedan muchas (podríamos decir que hasta la mayoría) CPU vulnerables en funcionamiento que requerirán de parches tanto en el firmaware como en el software que ejecutan para mantener su seguridad.
Después de Skylake, Kaby Lake, Coffe Lake, Haswell y Broadwell, Intel sigue “retrocediendo” generaciones para llevar los parches contra Meltdown y Spectre a Ivy Bridge (Intel Core de tercera generación) y Sandy Bridge (Intel Core de segunda de generación). La última versión del microcódigo abarca arquitecturas adicionales como Gladden Xeon y Broadwell Xeon.
Intel también ha publicado los parches en versión beta para Westmere Xeon, basado en la primera generación de Intel Core lanzada en 2010, además de para Nehalem Xeon, Westmere y algunos modelos de Arrandale y Clarkdale, que empezaron a ser distribuidos en el mismo año. Con este movimiento ya quedan menos arquitecturas de procesadores Intel sin parchear, de las que se pueden destacar a Bloomfield Core, cuyos parches todavía no han entrado en fase beta, y familia Clarksfield, que abarca un Core i7 Extreme para portátiles que es vendió hasta 2012.
Aunque Spectre es un fallo que ha afectado a los procesadores de forma más o menos generalizada (además de ser de momento imposible de resolver), Meltdown ha golpeado con especial dureza a Intel, ya que pocos modelos de CPU que no son suyos se han visto afectados, entre ellos los usados por los dispositivos iOS y algunos Cortex.
https://www.muycomputer.com/2018/03/10/intel-spectre-meltdown-ivy-bridge-sandy-bridge/