Francia ha extendido su legislación en torno al aborto y la libertad para la interrupción voluntaria del embarazo, pero esta vez poniendo en foco Internet y los portales web que obstaculizan al aborto con información sesgada. La nueva ley, aprobada por los diputados franceses esta mañana, prohíbe la divulgación en Internet de informaciones falsas o sesgadas en contra del aborto, y contempla multas de hasta 30.000 euros y penas de hasta dos años de cárcel. Las posturas opuestas apuntan a un paso hacia la libertad de decisión sobre la interrupción del embarazo –por un lado- y un obstáculo para la libertad de expresión en Internet.

Han sido la Iglesia católica y la oposición conservadora en Francia, así como los colectivos antiabortistas los que han criticado el cambio en la legislación señalando que va en contra de la libertad de expresión. La propia Conferencia Episcopal asegura que es un precedente grave de limitación de la libertad de expresión, ‘un atentado muy grave contra los principios democráticos. La medida sobre la legislación en Francia pretende combatir los portales web de asociaciones antiabortistas que, según han señalado los socialistas anteriormente, lo único que pretenden es convencer a las mujeres sin ofrecerles toda la información que corresponde, sino datos erróneos e información sesgada al respecto.

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