Es indiscutible que Facebook no está pasando por sus mejores momentos. Y es que los problemas relacionados con una deficiente gestión de la privacidad de sus usuarios, el fin de sus planes para monetizar Whatsapp mediante publicidad, robos y más robos de datos… Sí, definitivamente no son tiempos de vino y rosas. Pero, como mar de fondo, hay un problema todavía más preocupante para los ejecutivos de la compañía: su falta de engagement con los más jóvenes, como podemos ver aquí, que prefieren otros servicios online antes que la red de Zuckerberg.
Son muchos los pasos, hay que reconocerlo, que la compañía ha dado para intentar acercarse más a estos usuarios. Evidentemente el más claro fue la compra de Instagram, así como la copia de la función de las populares Stories de este servicio en el servicio. Y hay otro que, aunque más sutil, no deja de llamar la atención, y es la evolución de la interfaz de usuario, que cada día recuerda más a la de una app para smartphone-tablet que a una web.