Casi desde sus inicios, desde Microsoft nos informaron que con el fin de actualizar de manera importante su sistema Windows 10, planeaban lanzar una nueva versión cada seis meses. Esto es algo que hasta la fecha, aproximadamente, se ha venido cumpliendo, con ligeros retrasos en algunas ocasiones.
De este modo las más recientes funciones del sistema operativo nos llegan dos veces al año cumpliendo así las expectativas de los entusiastas de Windows. Pero claro, tal y como igualmente sucede con las actualizaciones acumulativas, los problemas aquí nos dejan de aparecer. De hecho es algo bastante probable, más si tenemos en cuenta la enorme cantidad de equipos que hoy día funcionan con Windows 10. Siendo en torno a los 1000 millones de equipos, cada uno con sus configuraciones y especificaciones, es uy difícil que todo funcione a la perfección.