El Salón de la Fama de Videojuegos (en inglés, World Video Game Hall of Fame) es la versión del Salón de la Fama del Rock & Roll dedicada a los videojuegos. Cada año se añaden nuevos (viejos) títulos. En 2019 se ha merecido tal honor un discreto, simple, pero muy popular juego, presente en millones de ordenadores.

Hablamos de Microsoft Windows Solitaire, o sea, del juego del Solitario; título que llevan todos los PC que funcionan con el sistema operativo de Microsoft. Este sencillo juego de cartas debutó en los ordenadores hace 29 años y se calcula que lo han jugado unos 500 millones de usuarios.

Siendo así, y pese a su simplicidad, parece que se merecía entrar en el Salón de la Fama de Videojuegos. También lo hacen este 2019 otros tres títulos: Mortal Kombat, Super Mario Kart y Colossal Cave Adventure.

Según el National Museum of Play, que se encarga de gestionar este olimpo de los mejores videojuegos de la historia, estos cuatro títulos "influyeron significativamente a la industria de los videojuegos, a la cultura popular y a la sociedad en general". Por eso entran en el Video Game Hall of Fame.

En este salón de los mejores están ya videojuegos legendarios como Final Fantasy VII, Grand Theft Auto III, Legend of Zelda, Sonic the Hedgehog, Super Mario Bros., Tetris, Tomb Raider o World of Warcraft.

Este año se han quedado con las ganas, estaban nominados pero no han recibido el premio, títulos como Sid Meier’s Civilization, Half-Life o Myst.

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