El i.Con recoge, entre otros, datos del número de posturas, velocidad máxima y media de penetraciones o calorías quemadas
En esto de las nuevas tecnologías todavía queda mucho por ver, aunque tal y como se desarrollan los acontecimientos, parece que ese ‘mucho’ es cada vez menos.
En el pasado Mobile World Congress de Barcelona que rompió marcas como el número de visitantes (108.000), se pudo comprobar hacia dónde camina una parte importante de una industria dominada casi siempre por lo que va a llegar. De ahí que se pueda afirmar que el sector, a medio plazo, girará en torno a la conexión 5G, los coches autónomos y el desarrollo definitivo del Internet de las Cosas.
Sin embargo, hay campos en los que las NNTT avanzan a base de ejemplos prácticos. Uno de ellos es el del sexo. El desembarco de la innovación en esta materia responde a la lógica, no en vano, esta industria es de las que más dinero mueve en el mundo, de manera que su suma con la tecnología da como resultado un matrimonio de conveniencia económica a todas luces fructífero.
Quizás con ese objetivo se ha desarrollado un wearable, la llamada tecnología ‘ponible’, que quiere romper moldes, nunca mejor dicho. No se trata de relojes inteligentes, de collares capaces de detectar si comemos más de la cuenta o de joyas que esconden lo último en almacenamiento de datos. Para nada. Como aquel programa de la Doctora Ochoa, hablamos de sexo y, en concreto, de sexo seguro y tecnológico.
LEER MAS: http://www.elplural.com/tech/2017/03/28/el-sexo-mas-tecnologico-ya-esta-aqui-con-el-smart-condom