El presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, tachó las redes sociales de "lacra" para la estabilidad política de los países y puso como ejemplo las revoluciones en los países árabes.
"Ya hemos aprendido a luchar contra esa lacra. A nosotros también nos intentaron desestabilizar a través de las redes sociales", afirmó Lukashenko, según las agencias rusas.
Lukashenko, considerado por la oposición bielorrusa y por Estados Unidos el último dictador de Europa, advirtió del peligro de creer que las redes sociales no son una amenaza para los países europeos. "No podemos pensar que no nos afecta. Pero tampoco se debe creer que tenemos miedo a esas redes", dijo.
Con todo, el mandatario, que ha promovido recientemente una ley que prohíbe la convocatoria de actos públicos en las redes sociales, negó que se proponga bloquear Internet. "No hay miedo y no habrá prohibiciones. En ningún caso cerraremos Internet y las redes sociales. Adelante, hablen y debatan. Pero si tienen lugar acciones ilegales, tomaremos las medidas pertinentes", dijo.
Críticas a las revueltas árabes
Lukashenko destacó que en la reciente reunión en Minsk de la alianza militar postsoviética, la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva, "se prestó mucha atención a lo que ocurre en el espacio informativo".
Las ex repúblicas soviéticas abordaron "el intento de desestabilizar la situación en ciertos países" con el uso de estos modernos medios de comunicación, dijo. Y denunció que el derrocamiento del antiguo régimen en Túnez ha desembocado en la victoria electoral de los islamistas y aventuró que tampoco son halagüeñas las perspectivas para Libia y Egipto.
Manifestaciones silenciosas
Las autoridades de Bielorrusia se vieron obligadas a bloquear las redes sociales después de que los opositores cogieran desprevenido al régimen de Lukashenko al organizar a partir de junio multitudinarias manifestaciones silenciosas a través de las redes sociales.
Los activistas siguieron el ejemplo de las revoluciones árabes en su uso de las nuevas tecnologías, pero se manifestaron en silencio, sin pronunciar eslóganes ni ondear pancartas antigubernamentales y se limitaron a aplaudir.
Con todo, las fuerzas de seguridad detuvieron a centenares de jóvenes que protestaban contra la gestión del Gobierno durante la más profunda crisis económica que afecta a Bielorrusia y que obligó al Gobierno a devaluar la moneda nacional.
La ausencia de libertades democráticas, sumada al desplome del poder adquisitivo de la población y a unos índices de inflación y desempleo nunca conocidos en ese país, fueron el detonante de las protestas populares.
FUENTE :http://www.elmundo.es/elmundo/2011/10/26/navegante/1319640969.html