Desde que aparecieron los primeros chips de silicio para procesadores, el término «hardware molecular» es algo en lo que se lleva trabajando para convertirlo en realidad. Los fabricantes de hardware llevan ya mucho tiempo enfrentándose al reto que supone meter tantos transistores como sea posible en espacios cada vez más pequeños, y el hardware molecular podría ser la respuesta a todas sus plegarias. Pero, ¿por qué todavía no es una realidad? En este artículo vamos a ahondar en el concepto y a tratar de discernir la respuesta.