Más de un país se ha planteado la posibilidad de crear una criptodivisa oficial que seguiría las pautas básicas de dichas monedas electrónicas, pero que al tener un respaldo estatal sería menos volátil y se podría utilizar como forma de pago estándar en una gran cantidad de servicios y de establecimientos.

Sin embargo ninguno de los países que demostraron un mayor interés en esa idea (China y Rusia) se han atrevido a dar el paso, por lo que podemos decir que Dubái se ha adelantado y ha sido la primera ciudad del mundo en crear una criptodivisa propia.

La nueva criptodivisa de Dubái se llama emCash y se presenta como una alternativa real al Bitcoin con la que se puede pagar tanto por servicios gubernamentales como no gubernamentales, es decir por aquellos que prestan tanto el propio gobierno del país como terceros ajenos a él.

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