La autonomía de un smartphone es una cuenta pendiente de la industria. Largo tiempo ha pasado desde que el móvil “tonto” destinado exclusivamente a realizar llamadas de voz nos duraba muchos días (o semanas) sin necesidad de recargas. Un smartphone actual tiene poco que ver con ellos, son potentes computadoras en miniatura y ello ha aumentado el consumo energético.

El aumento de tamaño de pantalla cercado a los tablets; resoluciones que alcanzan el 4K; CPUs y gráficas cada vez más potentes; el aumento de la conectividad en módulos de geolocalización y tecnologías inalámbricas o la incorporación de nuevas características sean NFC, sensores de huellas, cámaras multisensor, tecnologías de inteligencia artificial o de reconocimiento facial, exigen un gran gasto de energía.

Además, la (mala) moda de las baterías no reemplazables y su incapacidad de aumentar su potencia por la exigencia de la delgadez en el diseño agrava el problema y nos deja fuera de juego si no tenemos a mano un enchufe para recargas o baterías externas. La mejora de la gestión energética en los sistemas operativos no ha logrado compensar el aumento de consumo y con la mayoría de modelos tendrás problemas para terminar una jornada a poco que le des caña a tu móvil.

Hoy vamos a recordar algunos consejos básicos y avanzados para mejorar la autonomía de un smartphone Android, aunque la mayoría de estas técnicas son aplicables en iPhones y en general en otros móviles o tablets.

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