MADRID, 12 Abr. (EDIZIONES/Portaltic) -
La casa de los Volgeman, en Potwin (Kansas, Estados Unidos), lleva catorce años convertida en el centro de visitas de todo tipo. La granja es la dirección por defecto de los mapas 'online' de la compañía MaxMind desde que empezó a ofrecer servicios de geolocalización de direcciones IP en 2002, una situación que ha dado más de un disgusto a los inquilinos.
La familia Volgeman es la propietaria de la casa desde hace más de cien años. Ahora, a su cargo, está Joyce Taylor, de 82 años, pero no vive en ella sino que la alquila. El peso ha caído ahora sobre sus inquilinos, al igual que antes fue sobre sus propietarios: la granja recibe continuas visitas de todo tipo. Sus habitantes han sido acusados de robo de identidad, hacer spam o ser estafadores, entre otras.
A la granja de los Volgeman han ido el FBI, ambulancias que buscaban suicidas o policía que buscaba niños perdidos. Por sus alrededores, de una granja prácticamente en mitad de la nada, aparecen siempre extraños que merodean perdidos o con intenciones vengativas. Sus habitantes han sido tratados como criminales, explica Fusion.net, y nunca han sabido por qué hasta esta semana.
"La primera llamada que recibí fue de Connecticut. Fue un hombre que estaba furioso porque su negocio de Internet fue abrumado con mensajes de correo electrónico. Sus clientes no podrían utilizar su correo electrónico. Dijo que era culpa de la dirección en la granja. Fue entonces cuando me di cuenta de que algo estaba pasando”, explica Taylor a Fusion. Esta llamada, de 2011, ha sido sólo la primera de muchas; el acoso aumentó y hasta el sheriff local tuvo que intervenir.
La causa de todo este trance por el que sus habitantes deben pasar se debe a la gelocalización de las direcciones IP. La geolocalización de IP consiste en conocer a quién pertenece una IP y dónde viven esas personas, con el fin de detectar irregularidades, problemas o en caso de delitos relacionados con la red. Sin embargo, no se trata de algo exacto y la empresa MaxMind creó ubicaciones predeterminadas con el fin de aproximar al máximo posible algunas localizaciones imprecisas.
MaxMind utilizó las coordenadas de la casa como una indicación general del país, creyendo que esto no tendría consecuencias. Pero las tuvo. Fue precisamente ahí cuando la casa de los Volgeman comenzó a sufrir la pesadilla tecnológica, puesto que ante una solicitud de IP en Estados Unidos que no puede ser identificada, su ubicación aparece por defecto. En la actualidad, cuenta con más de 600 millones de direcciones IP asociadas.
"Una gran cantidad de aplicaciones utilizar estos datos sin advertir a la gente que no es científicamente exacta", explica el investigador de seguridad Dave Maynor, según recoge Fusion. "¿Cómo se educa a las personas que lo apareciendo en su pantalla que no es fiable la ubicación de una dirección IP?", añade.
El confundador de MaxMind, Thomas Mather, no sabía de la existencia de este problema hasta que la redactora del artículo publicado en Fusion se puso en contacto con él, y ha asegurado que intentarán resolverlo lo antes posible.
http://www.europapress.es/portaltic/internet/noticia-diez-anos-sufriendo-acoso-culpa-geolocalizacion-ip-20160412110801.html