Un servidor VPN, básicamente, actúa como puente entre cliente y servidor final. De tal manera que se mejora la privacidad, con este intermediario, desvelando al servidor final una IP –la del servidor VPN- alejada del cliente. Y esto no sólo sirve para mejorar la privacidad, sino también para saltarse la censura en algunos países, por ejemplo. Ahora bien, en ocasiones los VPN son lentos, y tenemos que aplicar algunos ‘trucos’ para mejorar la velocidad de un VPN.

Al tratarse de un ‘intermediario’, el servidor VPN puede producir un ‘cuello de botella’ en el intercambio de paquetes de datos entre el cliente y el servidor final. Esto ocurre, entre otras cosas, porque el VPN realiza la solicitud y recepción a una velocidad inferior a la del cliente, y por tanto trunca el máximo posible del servidor final y el cliente, que se comunicarían de forma más veloz si lo hicieran de forma directa. No obstante, hay otros problemas que provocan lentitud en un VPN, y la solución es relativamente sencilla.

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