Estoy seguro de que todos nos hemos registrado alguna vez en un sitio Web. Todos, sin excepción. Ya sea para abrirnos una cuenta de correo electrónico, para poder acceder a un foro, para hacernos un blog…
Y todos, sin excepción, habremos pasado alguna vez por el trance de tener que decir lo que vemos para asegurar que no somos robots.
Es la magia de los CAPTCHA, esas imágenes con texto distorsionado para que los programas de reconocimiento de caracteres fallen.
Aunque os planteo una cuestión:
¿alguien se ha planteado si estos test sirven para algo más que para asegurar que pertenecemos a esta especie? Os contesto: en ocasiones sí. Vamos a ver algunos ejemplos.
Digitalizar textos antiguos: no siempre fácil para una máquinaUno de los proyectos que está llevando a cabo Google es el de crear una biblioteca y hemeroteca digital, informatizando un montón de libros y escritos de diversas épocas. Y
en ocasiones le cuesta reconocer el contenido de esos documentos debido a imperfecciones, a no entender la tipografía… Ahí podemos entrar nosotros y nuestro cerebro. Y lo hacemos sin apenas darnos cuenta.
reCAPTCHA, proyecto oriundo de la Universidad de Carnegie Mellon y
propiedad de Google desde hace unos años, es uno de los servicios más usados para proveer de captcha de manera sencilla y sin muchos conocimientos de programación. Y sus CAPTCHA siempre tuvieron dos palabras: una que la máquina entiende y una que la máquina no entiende.
De esta manera, cuando introducimos las dos palabras para declarar pertenencia a la especie Homo Sapiens, lo que hacemos además es
dar un posible significado a esos símbolos que el ordenador de turno no fue capaz de decodificar. Ingenioso, ¿verdad?
En Google Street View: ayudando a decir dónde estaba el coche cuando hizo la fotoEn ocasiones hemos intentado utilizar Google Street View para averiguar qué hay en una dirección o dónde está una casa que conocemos. La cuestión es que ese servicio en ocasiones no es todo lo preciso que debería (igual que puede no serlo el GPS o los mapas que utilice).
Para tratar de remediarlo a Google se le ocurrió la idea más simple:
leer las placas de las puertas. Y, como de costumbre, sus máquinas no siempre son capaces de entenderlas. ¿Imagináis nuestro papel aquí? Desde hace unos días Google está introduciendo en reCAPTCHA imágenes de placas de puertas y calles que no ha sido capaz de leer, para que le digamos qué pone en ellas.
De esta manera Google teóricamente sería capaz de dar direcciones más precisas. Como vemos el uso es muy similar al anterior:
ayudar a las máquinas a entender lo que todavía no son capaces.
No son los únicos: basados en sonido o en preguntasLos CAPTCHA de los que he hablado hasta el momento están basados en imagen. Pero ahora imaginad que quien se topa con uno de estos controles es una persona invidente, que obviamente no tendría posibilidad de resolverlo por sí misma.
Pensando en ellos se han implementado CAPTCHA de sonido, en los que se dictan una serie de números o caracteres para así asegurar que es un humano el que está interactuando con él.
Y, para rizar el rizo, los
basados en preguntas. Me ha pasado que, para intentar acceder a un foro, tuviera que registrar una cuenta. Y en el formulario de registro aparecía un campo con la leyenda “¿De qué color es nuestro logo?”.
¿Conocéis más tipos de CAPTCHA o más usos que se le estén dando?
En Genbeta |
CAPTCHA, o cómo distinguir entre ordenadores y personasImagen |
Bekathwia |
Rina |
DennisM2FUENTE :http://www.genbeta.com/web/captcha-para-que-sirven-realmente