Llevaba ya tiempo escuchando hablar de Candy Crush, la última moda en juegos para smartphones. “Es una tontería, pero engancha”, me recomendaron más de una vez, además de las solicitudes que recibía a diario a través de Facebook. El colmo fue ver que el jueguecito hasta tenía publicidad en televisión, así que tenía que probar que demonios era esto.
Para quien no haya oído hablar del juego de marras, se basa en una mecánica de puzzle, ambientado en un contexto de caramelos, que tienes que ir resolviendo para pasar cada uno de los niveles. Como es habitual, empieza facilito y se complica hasta límites insospechados. No sé si es la musiquilla que te hipnotiza o el hecho de que cuando pasas algunas pantallas te sientes muy inteligente, pero la cuestión es que el juego engancha y entretiene.
Aparte de unos niveles en los que me tuve que romper la cabeza para juntar los dichosos caramelitos, lo que también me dio mucho que pensar fue el modelo de negocio de King.com, los desarrolladores de esta aplicación. El juego es gratis, y no tiene publicidad, pero está claro que si esta gente hace incluso publicidad en televisión es porque se lo deben de estar llevando muerto…
Un modelo de negocio de moda
El modelo de negocio de Candy Crush ya lleva tiempo de moda, y cada día son más juegos los que lo aplican: las compras dentro de la app. Vamos, que descargártelo es gratis pero luego hay multitud de mejoras y trucos que puedes obtener pagando. Si costase 5 euros al principio poca gente se la bajaría, pero en cambio una vez que el usuario se engancha y ya sueña con los malditos caramelos es mucho más fácil que se rasque el bolsillo.
Este modelo ya se aplica en muchas apps, en juegos de Facebook e incluso en las videoconsolas, que también tiene su store online donde comprar funcionalidades o contenidos adicionales a los juegos. Como estrategia de venta es brillante, no tienes que gastarte mucho antes de saber si el juego te gusta, pero una vez que estés dentro del saco te gastarás mucho más. Lo que me parece es que este sistema quizá debería de estar un poquito más controlado.
Me explico. Evidentemente nadie te pone una pistola en la cabeza para que hagas compras dentro de estas apps, y puedes disfrutar del juego sin gastarte ni un euro, pero creo que para gente con un mínimo de tendencia a la ludopatía puede suponer un problema y llegar a gastarse cantidades importantes.
Cuidado con los niños
Los métodos de este tipo de juegos se basan en tratar de crear adicción al usuario, a veces tímidamente pero en otras de un modo descarado. Si de cada 100 usuarios consiguen enganchar a 10 ya tienen el negocio hecho, mientras que los otros 90 no se gastarán dinero pero actuarán como prescriptores. Estoy seguro de que en algún momento esto se va a tener que regular de un modo u otro.
Y por no hablar, por cierto, del peligro que supone tener la tarjeta de crédito registrada en el móvil o tablet para aquellos que tengan niños. Achacado a que el niño estaba usando el móvil de papá, en este país ya hemos visto a Cañizares tuitear una foto de su mujer saliendo de la ducha, o a la Ministra de Empleo compartir su puntuación en un juego mientras se decidía el rescate europeo a la banca española.
Cuidadito, porque hay compras dentro de estos juegos que valen 20 o 30 euros y que puedes adquirir en cinco segundos con un solo clic. Como eso lo agarre un hijo travieso te deja la tarjeta seca en media tarde…
http://blogs.elconfidencial.com/tecnologia/social-24-7/2013/05/21/candy-crush-vigilen-sus-carteras-4928
Relacionado: https://foro.elhacker.net/noticias/candy_crush_el_juego_que_encandila_a_miles_de_usuarios-t387383.0.html;msg1843092;topicseen#msg1843092