Ahora que la confianza en los políticos está bajo mínimos, hablar de un videojuego en el que uno debe convertirse en alcalde y lograr la aprobación de los vecinos es una tarea que puede sonar interesante. Claro que habrá pocos parecidos con la realidad española.
En 'Animal Crossing: New Leaf', la última entrega del simulador social de Nintendo -esta vez para su portátil 3DS-, no hay posibilidad de ser corrupto ni de evadir a Hacienda pero sí de divertirse construyendo puentes, colocando señales de tráfico, abriendo un pub y satisfaciendo otras demandas que irán haciendo los habitantes del pueblo.
Con un estilo gráfico muy de dibujos animados -todos los vecinos excepto el jugador son animales-, 'New Leaf' expande la fórmula ya vista en anteriores entregas con muchas más posibilidades. "En otros títulos de la serie se ponía mucho énfasis en cómo decorabas el interior de tu casa. Lo único que podías hacer en el pueblo era plantar árboles y flores. Esta vez queríamos que se pudiera personalizar todo el pueblo", explicaba sobre el proyecto el director del juego Isao Moro en una entrevista para la web de Nintendo.
El jugador no sólo puede desarrollar obras públicas sino que también aprueba ordenanzas para poder, por ejemplo, modificar los horarios de las tiendas.
http://www.youtube.com/watch?v=DesCOCaSXEc&feature=player_embedded&list=PL0zqhElL9GQbqmZ-pb2QThWpGnBVocBo_
Pero para que el lector de este blog que no haya seguido la saga hasta ahora pueda entendar bien cuáles son las características de este título que ha sido todo un súper ventas en Japón con más de 4 millones de unidades -con gran éxito entre las mujeres-, esta lista le pondrá en situación.
- Vertiente social. Es uno de sus principales atractivos, ya que visitar los pueblos y casas de los demás jugadores de todo el mundo a través de Internet o en modo local con la conexión inalámbrica para fardar de los logros o intercambiar productos añade mucha diversión. En este título además se incluyen minijuegos para varios jugadores.
- Es otra vida pero con el mismo reloj. Muchos se refieren a este simulador social como "tu otra vida" pero existen paralelismos con el mundo real, como que en el pueblo sea de día o de noche, nieva o haga sol, según la hora o la estación del año.
- Hay que currárselo para ganar dinero. El inicio de la saga se centraba en el pago de una hipoteca, así que el dinero -en el juego son 'bayas'- ha jugado siempre un papel importante. Ahora no sólo es necesrio para poder ampliar la casa o comprar muebles sino para crear todas las obras públicas como alcalde -los habitantes aportan sólo una pequeña parte-. Los métodos para lograrlo son algo primitivos: cazar bichos, pescar y plantar fruta.
- Humor y adicción para todos los públicos. En el juego prima un humor ingenuo que puede agradar tanto a niños como a adultos. Pero cuidado con él porque es enormemente adictivo debido a que cuanto más se juega más crece el afán de coleccionismo y de mejorar nuestro pueblo.
- El juego que no acaba nunca. 'Animal Crossing: New Leaf' es tan personalizable que cada jugador le da su toque, lo que le convierte en un título sin final, que prácticamente tiene cientos de horas de juego. Unos se dedicarán a tener el pueblo bonito, otros a centrarse en su casa, algunos a diseñar la vestimenta de su personaje y otros a cazar animales para exponer en su museo. Es un título para jugar un poco cada día no para devorar en un fin de semana.
- Algún pero. Aunque el juego ha recibido muy buenas críticas -en el agregador de revisiones 'Metacritic' la nota es de 88 sobre 100, existen algunos puntos negativos. El principal que hemos encontrado son problemas ocasionales en los servidores, lo que provocará más de un disgusto cuando se está en el modo 'on line'. Por ello, es recomendable guardar frecuentemente.
http://www.elmundo.es/blogs/elmundo/mundoplayer/2013/06/15/animal-crossing-jugar-a-ser-alcalde-pero.html