Varios problemas hacen que al sector marítimo le resulte especialmente difícil abordar la ciberseguridad
Los 50.000 barcos que navegan por el mar en cualquier momento dado han pasado a formar parte de la lista cada vez más larga de objetos que se pueden piratear. Los expertos en ciberseguridad han demostrado no hace mucho lo fácil que es hackear el equipamiento de navegación de un barco. Esto se produce solo unos años después de que unos investigadores demostrasen que podían engañar al GPS de un superyate para que modificase su rumbo. Hubo un tiempo en el que los objetos como los coches, las tostadoras y los remolcadores solo hacían aquello para lo que estaban originalmente diseñados. Hoy en día, el problema es que también están todos conectados a Internet.
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